Me encantaría tomar café con Marta Sahagún… si acepta: Olga Wornat

Entrevista

La periodista argentina considera a México su segunda patria; recomienda a Donald Trump fumar mota para que se tranquilice, y elige a María Félix, Juan Rulfo y Jorge Luis Borges para una cena ideal.

“Me hubiera gustado ser bailarina clásica o actriz”. (Especial)
José González Méndez
Ciudad de México /

Olga Wornat desató en 2003 la furia presidencial con la publicación de La jefa, un libro sobre las aspiraciones políticas de Marta Sahagún y las andanzas empresariales de sus hijos. El caso terminó en demanda y agrió aquellos días de miel en Los Pinos.

Hoy, 15 años después, la periodista argentina celebra la llegada de AMLO a la Presidencia; recomienda a Trump fumar mota para tranquilizarse, y se pregunta si Nicolás Maduro duerme tranquilo.

Llegó a México en 1999 y se quedó a cubrir la campaña presidencial de Vicente Fox, aunque salió del país en 2011 por amenazas de muerte. “Escribía entonces un libro sobre Felipe Calderón y Planeta decidió no arriesgarse. Iba a llamarse Felipe, el oscuro”, señala.

¿Qué añadir de Marta?

Muchas cosas, pero prefiero guardarlas para otro libro.

¿Son datos explosivos?

Datos importantes.

¿Comparta alguno?

Prefiero dejarlos con las ganas.

¿Cómo terminó aquella demanda en contra?

La Corte me dio la razón. Determinó que su vida era pública.

¿Iría a tomar café con ella?

¡Claro que sí! Me gustaría que me cuente —ahora que está lejos del poder— por qué reaccionó tan mal y me demandó, cuando sabía que era periodista y me recibió en Los Pinos. Ella quería ser candidata presidencial y lo único que hice fue contar lo que me dijo y lo que vi. Aunque no creo que ella quiera tomar café conmigo.

¿A quién sí invitaría para platicar toda una noche?

A María Félix, Rulfo y Borges.

¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida?

Cuando nacieron mis tres hijos y cuando terminó la dictadura de mi país en 1983.

¿Y el más triste?

La desaparición de tres amigos entrañables durante esa misma dictadura y la muerte del padre de mis hijos, en 2002, una ausencia que me cuesta superar.

De tener un poder, ¿cuál sería?

Ser invisible para ingresar a los lugares donde los poderosos deciden el destino de un país.

A 15 años de "Crónicas malditas…" Rosario Robles está presa, Carlos Ahumada sigue bajo investigación y AMLO es Presidente. ¿Imaginó este final?

Aunque no creas, sí.

¿Defina a Rosario Robles?

Codicia y ambición desmedida por el poder y el dinero.

¿A Carlos Ahumada?

Tránsfuga incurable y psicópata. Merece estar preso.

¿A López Obrador?

Es un animal político con los defectos de la vieja guardia. Tiene las virtudes de un tipo que se cayó muchas veces y supo continuar. Eso es admirable. Es inteligente, terco, desconfiado, carismático, austero y muy astuto...

¿Por qué indagar en la vida privada de personajes públicos?

Soy curiosa. Creo que en la vida privada de los poderosos se encuentran las razones de la mayoría de sus acciones públicas.

Sigue pensado que un periodista no es neutral...

Eso no existe. Lo que piensas se refleja en lo que comunicas.

Cristina Kirchner regresa al poder. ¿Siguen siendo amigas?

Nunca abandonó el poder. Cuando dejó la presidencia tenía 35 por ciento de adhesión popular y ahora será vicepresidenta de Alberto Fernández. Es una mujer muy inteligente, pero no soy su amiga, nunca compartí nada más allá de las entrevistas.

¿Quema el poder si el periodista está cerca?

Cuando sentí el calorcito me alejé.

De no ser periodista, ¿qué le hubiera gustado ser?

Bailarina clásica o actriz.

¿A quién le hubiera gustado entrevistar y no se pudo?

A Carlos Salinas de Gortari. No quiso; huyó. Lo llamé, escuchó mi nombre y creo que tiró el teléfono.

¿Sigue pensando que Carlos Menem la mandó secuestrar?

Sigo pensando lo mismo.

Dice Jorge Ramos que usted es la actual Oriana Fallaci.

Le agradecí en su momento, pero es una tremenda exageración.

¿Qué le diría a Trump?

Que fume mota para que se calme y mejore su carácter. Va de conflicto en conflicto, no tiene paz.

Elija un político. ¿Qué mensaje le mandaría?

A Nicolás Maduro. Me gustaría saber si duerme tranquilo ante miles de personas con hambre, hospitales devastados, presos políticos, la economía destruida y todos los exiliados. Que no se aferre al poder y recuerde a los Cecescou colgados en la plaza.

¿Qué está leyendo?

El fin del Homo sovieticus, de Svetlana Aleksiévich.

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