El altruismo llena al ser humano cuando se hace de corazón: Lorena Cuéllar

La aspirante a candidata al gobierno estatal de Tlaxcala por Morena se describe como una persona noble, pero con carácter para encabezar proyectos.

Lorena Cuellar Cisneros. (Especial)
Adolfo Tenahua
Puebla /
“Ejercer actividades altruistas permite que le tiendas la mano a la gente que lo necesita sin pedir nada a cambio; es una actividad que llena al ser humano cuando se hace de corazón”, expresó la aspirante a candidata al gobierno del estado de Tlaxcala por Morena, Lorena Cuellar Cisneros.

Señala que de niña tocaba el piano, le gustan las canciones de Armando Manzanero y si pudiera regresaría a las armonías musicales.

La tlaxcalteca se describe como una persona noble, pero con carácter para encabezar proyectos. Descubrió su gusto por la labor social desde niña en la comunidad de Los Reyes Quiahuixtlán, municipio de Totolac, donde creció y esa pasión aún la acompaña.

¿Cómo se describe?

"Soy una mujer inmensamente feliz, afortunada y trabajadora, las metas han sido la clave para dar cumplimiento a mis objetivos. La labor altruista es mi vínculo para estar cerca de la gente y eso me encanta".

¿Cuál es su pasatiempo?

"Mi pasatiempo es disfrutar a mi familia, convivir y platicar de nuestras vidas y experiencias acompañados de una carne asada, aprovecho al máximo el tiempo que ellos pueden pasar conmigo. Los fines (de semana) me doy un tiempo para leer, me inclino por temas de la vida o de los tiempos que estoy pasando. Lo que me relaja es el bordado y el tejido, el punto de cruz es algo que me desestresa".

¿De dónde nace el gusto por la música?

"De niña mi hermana Mónica estudiaba acordeón y a mí me llevaron a clase de piano en el Conservatorio de México. Estuve un tiempo apegada a la música, la verdad es que la música es algo que me apasiona, si tuviera tiempo disponible me volvería a enfrascar en las armonías, lo dejé porque mis actividades no me permiten combinarla. Me gusta el jazz y clásica, pero sobre todo las canciones de Armando Manzanero".

¿Le gusta cocinar?

"Me encanta hacer postres, pero cocinar no se me da mucho y no es porque no quiera, es que la falta de tiempo no me ha permitido adentrarme, pero lo que sí me salen bien son los pasteles, el de merengón de fresa es el mejor. En alguna etapa de mi vida puse una tamalería, un restaurante, me metía a la cocina a lavar trastes, salía a la zona de servicio y mi labor también era preguntarle a la gente si les había gustado. Además, en casa consumimos mole de olla, chilito verde con patas de puerco, frijoles refritos, pipián, sopa de verduras y muchas otras comidas".

¿Cuál es su platillo favorito?

"Soy bien comelona, el pozole es prioritario, pero también los tacos, no tengo algo en especial. La cecina, barbacoa también forman parte de mi gusto, no soy difícil para la comida, eso me ha permitido que no se me dificulte cuando voy a una comunidad y la gente te ofrece de comer, que por cierto lo que se cocina en los pueblos es exquisito".

¿Qué recuerdos le traen los dulces?

"Cuando era niña vendía dulces y así conocí a mi esposo, todos los días salía a la banqueta de mi casa a vender pepinos, jícamas, todo lo hacía sin que mi madre supiera; de hecho, le calculaba, cuando mi mamá ya iba a regresar y corría a meter mi puesto para después hacer la tarea. Incluso, en la misma familia les vendía mis dulces porque con eso compraba los cuadernos, colores y lápices para darles clases a mis alumnos, a mis vecinitos les daba clases de lectura desde niña. Los dulces me fascinan, incluso cuando ya me había casado tenía un Vocho, y en la parte de atrás tenía dulces y mis sobrinos les encantaba subirse al carro, los que más me gustan son los Miguelitos, los tamarindos, almorris, Chipiletas y Tutsi Pop".

¿Cómo fue la niñez de Lorena Cuéllar?

"En la casa de mi abuelo había un huerto que tenia de todo como frambuesas, peras, manzanas, ciruelas, higos, calabacitas, nosotros cosechábamos y literalmente ponía mi puesto con una mesa y ponía mis cubetitas como las señoras del mercado y vendía. Mis amigos de niña y hasta la fecha siguen siendo mis amigos son Enrique, pero yo le digo Pancho Pantera porque estaba medio gordito y se parecía, Tere, Espila, Mariana, Hilario, Juan, con ellos jugábamos, pero también estudiábamos juntos", finalizó.

mpl

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