Es Claudia… y hace frente a los reclamos: “necesitamos a todos”

Contienda en Morena. Sheinbaum gana por 14 puntos la encuesta para ser la candidata presidencial y asegura que “las puertas siempre estarán abiertas”

La ex jefa de Gobierno llega al WTC junto con Manuel Velasco y Alfonso Durazo. Especial
Jannet López Ponce
Ciudad de México /

El bastón de mando tiene dueña y las bardas pasaron a los hechos: es Claudia. Sin que Morena lograra la apuesta de mantener la unidad hasta el último minuto, la ex jefa de Gobierno arrasó en todas las encuestas. Con una sonrisa que parecía casi perpetua pese a la sombra de la ruptura de Marcelo Ebrard, fue arropada por el partido y tal como era el deseo presidencial, las demás ‘corcholatas’ reconocieron su triunfo y la llamaron “la nueva lideresa”.

La regla de oro se cumplió: no hubo alguien que pudiera quitarle al presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, una de las más importantes manos derechas del presidente Andrés Manuel López Obrador, la encomienda de ser quien anunciara a la persona que tendrá la responsabilidad de asumir el mando obradorista y lograr que Morena conserve el poder.

“Podemos concluir de manera inobjetable, que la compañera Claudia Sheinbaum Pardo obtuvo el mejor posicionamiento para ser considerada como coordinadora de los comités para la defensa de la Cuarta Transformación. El Consejo Nacional la saluda con reconocimiento y le expresa que cuenta con todo nuestro respaldo, toda nuestra convicción y todo nuestro compromiso en las tareas que habrá de emprender a partir de hoy rumbo al proceso electoral del 2024”.
• FUENTE: Morena • INFORMACIÓN: Jimena Jácome • GRÁFICO: Juan Carlos Fleicer

En la encuesta de Morena, Claudia Sheinbaum obtuvo el 39.4 por ciento de los votos, con lo que alcanzó la máxima medalla: aspirar a suceder a López Obrador y declararse la heredera de la continuidad de la cuarta transformación. Premio que llegó a sólo unas horas de que el Instituto Nacional Electoral arranque el proceso electoral 2023-2024 que le permita destapar aún más, sus aspiraciones.

Y desde ese momento, fue reconocida como su nueva guía: “De la mano de nuestra líder nacional seguiremos comprometidos con el ideario fundacional de nuestro movimiento. Tenemos la certeza de que bajo su liderazgo consolidaremos los importantes logros ya conseguidos y enfrentaremos exitosamente los nuevos retos para hacer de México un país más democrático, más próspero y más justiciero”, agregó Durazo.

Marcelo Ebrard se quedó con la medalla de plata, un segundo lugar con 25.6 por ciento de los votos. Y sorpresivamente, en el tercer puesto se coronó Gerardo Fernández Noroña, la 'corcholata' del Partido del Trabajo que fue de las últimas en sumarse al proceso y que logró desbancar a dos morenistas de alto perfil. Pues detrás de él, se colocó el tabasqueño Adán Augusto López con 10 por ciento, seguido de Ricardo Monreal con 6.5 por ciento y Manuel Velasco del Partido Verde con 6.3 por ciento.

La camisa de la suerte que usó el día de su registro tampoco hizo su magia. Aquella que presumió que había usado cuando Andrés Manuel López Obrador le pidió volver a la política, a su movimiento, y ayudarlo a ganar en el 2018. La encuesta Mercaei propuesta por el ex canciller y en la que decía confiar para tener el triunfo, confirmó los porcentajes que no le favorecían, pero eso no ayudó para que diera marcha atrás en su amago de abandonar el proceso.

Noroña, Adán, Monreal y Velasco acudieron a la cita para cumplir la palabra empeñada. A diferencia de Ebrard quien decidió olvidar lo que había prometido 84 días atrás, de viva voz, en vivo y en directo, antes que nadie y con aparente convicción: “me comprometo formalmente a respetar y respaldar el resultado final de tal proceso y a dar todo mi apoyo inequívoco a quien resulte coordinador o coordinadora de la defensa de la transformación…. en este caso coordinador. Con el pueblo todo sin el pueblo nada”.

La última frase que decidió agregar al juramento no se cumplió. Una mujer será candidata para la presidencia de la República con todo el respaldo del partido que en cuatro años, se convirtió en la fuerza política más potente del país.

“La verdad, me siento muy orgullosa, muy honrada, hemos sido parte de este movimiento desde su fundación y desde aquí quiero decir con orgullo, con honor, que es un honor estar con Obrador. Vamos a ganar las diputaciones, vamos a ganar las senadurías, vamos a ganar las gubernaturas, y va a haber presidenta de la república y será de la Cuarta Transformación”, dijo Claudia en su primer mensaje como la encargada de dar la batalla en las urnas del próximo año.

Sin mencionar a Marcelo Ebrard, agradeció al resto de los aspirantes con nombre y apellido y se limitó a señalar que “la unidad es fundamental y las puertas siempre abiertas, nunca se van a cerrar”, y afirmó que con su triunfo, ganó la democracia porque decidió el pueblo. 

Corcholatas ofrecen apoyo

Cada uno a su estilo, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco reconocieron el triunfo de Claudia Sheinbaum y le mostraron su apoyo.  

El ex secretario de Gobernación calificó el proceso como “una nueva lección de entereza, probidad y compromiso” y destacó que “sobre todos hemos contribuido a que sepan que el demócrata Andrés Manuel López Obrador tenía razón, el pueblo decide. Y así decidió y reconozco y felicito a mi compañera”.

Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña se coordinaban. Ellos sí mencionarían al desertor de la noche con nombre y apellido, lo que puso nervioso a Mario Delgado, quien escuchaba la conversación mientras el resto de las ‘corcholatas’ hablaba.

Monreal, quien no obtuvo los resultados que esperaba y en todas las encuestas espejo obtuvo el último lugar, asumió los resultados y pidió que a nadie le ganara la arrogancia y se convocara a Ebrard a la unidad.

“Que no nos gane la arrogancia ni el exceso de optimismo, sino que intentemos construir con diálogo y llamando a todos los que no están aquí, incluyendo al compañero Marcelo Ebrard, que todos nos necesitamos. No actuemos de manera facciosa, llamemos a todos para que todos podamos construir la victoria”.

Y Noroña remató, sin desdecirse de sus críticas recientes al ex canciller: “comparto que Marcelo Ebrard aquí tiene su lugar, pero también lo dije, que quien rompa por ambición se lo va a chupar la bruja, políticamente hablando”.

La ‘corcholata’ del Partido Verde, de los cuatro perdedores el más satisfecho por sus resultados, no habló de los no presentes y se limitó a augurar el triunfo de Sheinbaum Pardo “desde que nos registramos asumimos las reglas y hoy estoy aquí, con la frente en alto para respetar mi palabra. Quiero expresar mi mayor reconocimiento a la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum”.

Aunque el presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, y el presidente del partido, Mario Delgado, no lograron que Marcelo Ebrard no rompiera la unidad, mantuvieron la postura de que todas las quejas se atendieron y que no había razón para reventar el proceso.

“El proceso cumplió plenamente con las reglas y objetivos de la convocatoria, que fue un ejercicio democrático, unitario y sobre todo participativo, factores determinantes para sus buenos resultados. No hay ningún incidente que haya afectado de manera definitiva el resultado final”.

Mientras que Mario Delgado defendió que el proceso fue legítimo y no una simulación como la oposición: “muchos se equivocaron, pensando que se iban a repetir las mismas prácticas de siempre; los arreglos desde arriba y sin tomar en cuenta al pueblo. Pero no, Andrés Manuel López Obrador y Morena no somos lo mismo. Nosotros sí somos el cambio verdadero”.

Al final, la frase trillada se volvió realidad: es Claudia. La nueva lideresa del movimiento y quien competirá en una contienda en la que aspira a que, por primera vez, este país pueda ser gobernado por una mujer.


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