La estatua en Linares de Gustavo Díaz Ordaz, y el personaje, es un adefesio, enfatizó Héctor Jaime Treviño Villarreal, director del Archivo General del Estado de Nuevo León, el cual se mostró a favor de que se retire la citada obra, y el nombre del ex presidente de México a las calles, pero reconoció, en el caso de las avenidas sería muy difícil, aunque no imposible.
Para ello recordó que llevan más de 5 años pidiendo que se cambie el nombre de la calle Héroes del 47 por el de Héroes del 46, que sería lo correcto, pero dadas las implicaciones que conlleva no se ha podido, y no cree que se pueda lograr.
A decir del cronista de Sabinas Hidalgo, Nuevo León, antes era muy sencillo cambiar el nombre a las calles, pero ahora no, ya que, dijo, además de la aprobación de la Comisión de Nomenclatura de los municipios se requiere la aceptación de los vecinos.
Y en ese punto, destacó, es donde la situación se torna complicada, dado que tanto ciudadanos como empresas o industrias que vivan en esas calles tendrían que cambiar sus domicilios fiscales, sus credenciales del INE, y toda la documentación que exista con el nombre actual de su domicilio.
“Tenemos una estatua en Linares que mandó a hacer Alfonso Martínez Domínguez al final de su sexenio, y no tiene un valor artístico, no es agradable a la vista, lo mismo que el personaje, es un adefesio.“Desde mi punto de vista como participante de movimientos estudiantiles yo estaría de acuerdo en que quitaran la estatua en Linares y en cuanto a las calles el problema es que se requiere la aprobación de la Comisión de Nomenclatura de los municipios respectivos”, mencionó.
Según el historiador, tarde o temprano se iba a realizar esta solicitud, la cual calificó como justa para “los que nos sentimos agraviados por los actos de Díaz Ordaz”.
Además, puntualizó el historiador, esto debe servir como antecedente para que en un futuro y no se le pongan nombres a las avenidas de políticos transitorios, sino solo de aquellos que con el paso del tiempo hayan superado el balance de la historia.
“El cambio de nomenclatura ahora conlleva ciertas complicaciones, primero tiene que haber un acuerdo de la Comisión de Nomenclatura, previa solicitud de alguna agrupación o asociación, segundo, que el ayuntamiento lo apruebe.“Y esto significa pasar broncas con los vecinos, imagínese en bulevar Díaz Ordaz, en Santa Catarina, cuánta gente no tendrá abierta su homoclave en hacienda, lo veo difícil, no imposible”, destacó.
Por otra parte, propuso que habría que hacer una comisión de la verdad histórica donde se analizara a los personajes que sus nombres han sido tomados para calles, escuelas, colonias o municipios.
“Yo sé que no hay ninguna calle que se llame Antonio López de Santa Anna, pero si hay calle Iturbide, Porfirio Díaz, que también habría que ser cautos en este sentido, ya que la historia oficial los puso en el lado de los malos.
“En este momento, el malo de la película y sí, lo repito, era Gustavo Díaz Ordaz”, enfatizó Treviño Villarreal.