El tráfico de personas en la frontera con México es un negocio que pasó de 800 millones de dólares anuales en 2018 a 13 mil millones en la actualidad, conforme se han registrado más de 6.5 millones de cruces fronterizos desde el inicio de la administración del presidente Joe Biden, se informó ayer durante una audiencia en el Congreso de Estados Unidos.
Los republicanos del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes acusaron a funcionarios del gobierno de Biden de implementar políticas de “fronteras abiertas” que han permitido el ingreso de indocumentados en un número mayor que la población de 33 estados de ese país.
“Los cárteles ganan un estimado de más de 13 mil millones de dólares por la falla en las políticas fronterizas de la administración Biden, que ha creado una crisis de seguridad nacional y humanitaria en la medida que organizaciones criminales lucran con migrantes vulnerables e infiltran a delincuentes violentos y en la lista de terroristas”, dijo Mark Green, presidente del comité.
El monto que se estima de ganancia para los cárteles mexicanos es lo mismo que Biden pidió al Congreso para reforzar la frontera con México. Y equivalen a la inversión extranjera que recibió México por nearshoring en la primera mitad del año.
También es la inversión que México necesita para lograr la meta de energías limpias y 12 veces el valor del Real Madrid.
Los republicanos mostraron estadísticas de la Lista de Sospechosos de Terrorismo (TSDS), según las cuales 169 individuos fueron detectados en la frontera en el año fiscal 2023, 98 en 2022, 15 en 2021, cinco en 2020 y ninguno en 2019.
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De acuerdo con los legisladores republicanos, la tendencia sugiere que el aumento de los potenciales terroristas que quieren entrar a Estados Unidos se debe a que perciben vulnerabilidad en la frontera. Además de los sospechosos de terrorismo, al menos 1.8 millones de migrantes indocumentados han ingresado a ese país desde la llegada de Biden sin ser fichados por las autoridades migratorias
En el encuentro legislativo comparecieron el secretario de seguridad nacional (DHS), Alejandro Mayorkas; el director de la oficina Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray, y la directora del Centro Nacional Antiterrorista, Christine Abizaid.
Wray, quien a pesar de ser republicano fue duramente cuestionado por los conservadores del panel, reconoció que el alto número de Miguel sino comentado que han evadido a los agentes de la Patrulla Fronteriza que se encuentran dentro del territorio de Estados Unidos son una fuente de “gran preocupación” para el FBI
“¿Puede el FBI garantizar al pueblo estadounidense que terroristas conocidos o sospechosos, incluidos los de Hamas u otros grupos terroristas, no se encuentran entre los que se escaparon?", le preguntó Green.
"Bueno, ciertamente el grupo de personas del que usted está hablando es motivo de gran preocupación para nosotros. Es por eso que estamos utilizando agresivamente nuestros 56 grupos de trabajo conjuntos contra el terrorismo", respondió Wray.