Ante los ministros de los 12 países de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), incluido México, el presidente Joe Biden se comprometió a ampliar las rutas legales para aceptar a más migrantes latinoamericanos en Estados Unidos y anunció nuevas inversiones junto con países observadores como Canadá, España y Corea del Sur por unos 89 millones de dólares para atacar las causas que provocan la migración regional.
Biden, quien encabezó la sesión inaugural de la cumbre en momentos que el Congreso debate una solicitud de emergencia por 106 mil millones de dólares para reforzar la seguridad en la frontera con México y brindar asistencia económica a Israel y Ucrania, hizo un llamado al legislativo estadunidense para probar el paquete de apoyo tan pronto como sea posible.
“Le pido (al Congreso) actuar rápidamente en esta estrategia de tres partes para nuestro país. Nuestra región está entrelazada de manera permanente por estos cercanos vínculos familiares y de amistad duradera”, dijo Biden antes de abandonar el recinto para volar al estado de Maine, donde confortó a familiares de las víctimas de una reciente masacre con armas de fuego.
Como parte de los compromisos en APEP, los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, la República de Corea y España desarrollan un plan para destinar 89 millones de dólares para el Fondo de Donaciones del BID a fin apoyar a los países de la región más afectados por la migración.
“Estos fondos ayudarán a estabilizar las comunidades de acogida de refugiados y migrantes mediante la financiación de infraestructura y servicios sociales, como educación, seguridad ciudadana y oportunidades económicas”, indicaron los países en una declaración conjunta.
La Cumbre de APEP tuvo lugar en momentos en el que alcaldes de ciudades como Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles y Nueva York exigieron reunirse con Biden en la Casa Blanca a fin de obtener ayuda federal para dotar de servicios básicos a la oleada de migrantes procedentes de Venezuela, Nicaragua, Cuba, México y del Triángulo del Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), que han saturado la capacidad de respuesta de las administraciones locales no solo de las urbes fronterizas sino del noreste del país.
La República de Corea aportará dos millones de dólares, que se sumarán a su contribución anterior de 10 millones de dólares en 2019. España dará otra cifra similar, lo que dará como resultado una contribución por parte de Madrid de un total de 7 millones de dólares al Fondo de Subvenciones desde 2019.
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Canadá, por su parte, otorgará 10 millones de dólares.
“Estas contribuciones”, resaltó Washington, demuestran el compromiso de las cuatro naciones a generar políticas “que ayuden a mejorar las condiciones de vida de los migrantes” en el continente americano.
Como parte de los acuerdos, Costa Rica será la sede del siguiente encuentro de APEP contemplada para 2025.
Apoyo de Yellen y del BID
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, organizó un desayuno de trabajo para los líderes latinoamericanos, diciéndoles que EU trabajará estrechamente con el BID para apoyar los esfuerzos para integrar mejor las cadenas de suministro de la región.
El BID, el mayor banco de desarrollo de la región, presentará una nueva plataforma de financiación al servicio de los países de renta media y alta, que podría movilizar miles de millones de dólares para inversiones en energías renovables, informaron funcionarios estadounidenses.
La cumbre es la continuación de una reunión de líderes del hemisferio Occidental celebrada en 2022 en California con una temática similar y que forma parte de un esfuerzo más amplio por reforzar los lazos económicos regionales y reducir la influencia de China en la región.
En la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles el año pasado, Biden firmó una declaración no vinculante en la que 20 países de la región acordaban una serie de medidas para hacer frente a la crisis migratoria.
En los últimos años, un número récord de migrantes latinoamericanos ha cruzado ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, con cientos de miles de personas dirigiéndose hacia el norte tras atravesar una peligrosa región selvática conocida como el Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá.