En 72 horas, autoridades estadunidenses desalojaron a todos los haitianos que acampaban bajo el Puente Internacional Del Río; mientras que en Acuña, Coahuila, permanecen 600 personas indocumentadas originarias del país caribeño.
Luego de que el pasado domingo, el gobierno de Joe Biden comenzó la deportación de haitianos en viajes de avión y cerró los cruces de Del Río, Texas, con Acuña, bajo el puente texano se congregaron cerca de 15 mil indocumentados.
Dos días después, el martes 21 de septiembre, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, informó que ya habían sacado a casi 4 mil haitianos y confió que el resto sería desalojado de entre 48 a 96 horas después.
Este viernes, el funcionario confirmó: “Desde esta mañana (ayer) ya no hay migrantes en el campamento debajo del Puente Internacional Del Río”.
Mayorkas precisó que 8 mil migrantes regresaron voluntariamente a México; más de 5 mil fueron trasladados a centros estadunidenses de procesamiento de migrantes a lo largo de la frontera, y aproximadamente 2 mil fueron deportados a Haití en 17 vuelos.
Además, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, condenó la represión a caballo por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza contra migrantes haitianos ocurrida el domingo pasado
“Les prometo que esta gente (los policías) pagará, habrá una investigación, habrá consecuencias”, aseguró el mandatario demócrata a periodistas.
Consultado sobre si asumía la responsabilidad por el “caos” en la frontera, Biden respondió: “Por supuesto que asumo la responsabilidad. Soy el presidente. Fue horrible ver a la gente tratada de esa manera.
“Es una vergüenza. Es más que vergonzoso. Es peligroso. Está mal. Envía el mensaje equivocado a todo el mundo. Esto no es lo que somos", puntualizó.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió los comentarios del presidente, señalando que darán “una respuesta muy humana”.
La llamada ala izquierda del Partido Demócrata deploró la expulsión de los haitianos cuando el país caribeño está sumido en una crisis política, de seguridad y humanitaria.
Mientras, opositores acusaron al gobierno de Biden de provocar una crisis migratoria en la frontera.
El recuento
Según cifras oficiales, desde el 9 de septiembre pasado los guardias fronterizos estadunidenses interceptaron a cerca de 30 mil personas sin papeles en la localidad de Del Río, donde vivían en condiciones insalubres y soportando altas temperaturas luego de cruzar el río Bravo.
Al respecto, autoridades de Acuña y del Instituto Nacional de Migración aseguraron que del lado mexicano aún quedan 600 haitianos, quienes no representan un riesgo para la población.
Carlos Alejandro Flores, director de Protección Civil de Acuña, explicó que la mayor aglomeración de esos migrantes está debajo del puente internacional del lado estadunidense, y fue hace unos días que se vieron obligados a pasar por comida a Ciudad Acuña.
“Del lado americano ellos están en un lugar despoblado donde no tienen comercio, y hubo un momento en que se instalaron cercas con las que ya no pudieron pasar”, manifestó.
Este viernes, asesores del Instituto Federal de la Defensoría Pública se acercaron con los haitianos que aún permanecen en el parque ecológico Braulio Fernández de esa localidad coahuilense para apoyarlos con los trámites de solicitud de refugio humanitario.
Al menos 300 migrantes y sus familias han expresado su intención de quedarse en México
Mientras, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que “no queremos que México sea un campamento de migrantes”, por lo que reiteró su llamado a Estados Unidos para financiar el desarrollo de América Latina y el Caribe, a fin de atender de fondo las causas de la migración.
“Que la gente no se vea obligada a emigrar, porque si continuamos con lo mismo es retenerlos, ponerlos en albergues y no enfrentamos el problema de fondo”, destacó AMLO.