Pueblos originarios, académicos, especialistas, organizaciones de la sociedad civil y miembros de la farándula exigieron al gobierno mexicano frenar las obras del tramo 5 del Tren Maya –Cancún-Tulum–, pues advierten riesgos de derrumbes y contaminación del sistema de ríos subterráneos en la región, de los que se abastecen de agua. Además, denunciaron que hace una semana comenzó la tala de selva, sin presentar los estudios previos de impacto ambiental.
“Pueblos indígenas no queremos un desarrollo que nos vienen a imponer y ahora vienen con un megaproyecto que no fue consultado y que no pedimos y que no tiene nada de maya. Estamos aquí porque queremos que se pare el tramo 5, para que no llegue a nuestras selvas en la zona centro de Quintana Roo en el tramo 6, queremos que se pare el tramo 5”, sostuvo la joven maya Ana Poot.
En conferencia de prensa realizada en el Huerto Roma Verde, en Ciudad de México, presentaron la Campaña Nacional de Concientización Ciudadana para Salvar la Selva y el Agua, “Sélvame del Tren”, en la que advirtieron que la construcción de la nueva ruta fragmentará, deforestará y defaunará los últimos bastiones de selva que quedan en México; además de que causará mayor pobreza y aislará a muchas poblaciones.
El biólogo Roberto Rojo de Círculo Espeleológico del Mayab explicó que la Península de Yucatán es una gran placa de roca caliza que no es homogénea en el territorio; destacó que “ahí se localizan los ríos subterráneos más grandes del mundo”.
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Por su parte, Otto Van Bertrab, miembro de Centinelas del Agua, lamentó que han cambiado el trazo del tramo 5 en dos ocasiones, primero se anunció que correría debajo de las líneas de alta tensión, después en la carretera, y hace un mes se cambió selva adentro, “por una razón que nadie comprende, porque a hoteleros no les gustaba que pasara frente al hotel, y decidieron que se fuera por atrás donde le pega a los sistemas”.
Destacó que el Caribe comienza en las cuevas, pues debido a la falla de Holbox, toda la lluvia que cae hacia el este al agua se va al mar, “por eso en esa franja, entre Playa del Carmen y Tulum se encuentran los ríos subterráneos, a diferencia del resto de la Península donde solo son cenotes”.
Los ambientalistas denunciaron que los trabajos de construcción del tramo 5 del Tren Maya se iniciaron sin estudios de impacto ambiental, geofísicos ni de reubicación de flora y fauna; por lo que llamaron a la sociedad mexicana y a la comunidad internacional a defender este patrimonio biocultural y subterráneo, único en el mundo.
En el marco del Día Internacional del Agua, alertaron que las obras impactarán a los acuíferos subterráneos, de los que depende la biodiversidad, la agricultura y varios servicios ecosistémicos, como el control de plagas y patógenos, la dispersión de semillas y la polinización, y la conectividad de selva-humedal-laguna-costa-arrecifes.
Al subrayar que no están en contra del avance, progreso y conexión de los destinos turísticos del país, dejaron muy en claro que no son adversarios del actual gobierno.
“Somos mexicanas y mexicanos conscientes de la ecología y comprometidos con nuestra nación, como lo demuestran décadas de lucha para contribuir con un México mejor”, enfatizaron.
También participaron Raúl Padilla de Jaguar Wildelife Center; Otto; el arqueólogo Miguel Covarrubias; Gemma Santana de Voto X El Clima; y Tania Ramírez de Siempre Unidas.
Previamente, anunciaron la campaña con un video grabado por actores y cantantes entre ellos, Eugenio Derbez, Barbara Mori, Luis Gerardo Méndez, Natalia Lafourcade, Ofelia Medina, Rebeca Jones, Rubén Albarrán, Kate del Castillo, Fabiola Campomanes y Saúl Hernández, entre otros.
La Selva Maya es una de las últimas regiones saludables de México, con 114 especies de mamíferos terrestres –entre ellas el jaguar–, de las cuales más del 46 por ciento depende directamente de las cuevas y cenotes para su refugio y abastecimiento. De estas 114 especies, cerca de 54 son murciélagos.
La selva en Quintana Roo cuenta con mil 492 especies de plantas vasculares, 810 especies de hongos, 483 especies de aves, 106 especies de reptiles, 22 especies de anfibios, 89 especies de peces dulceacuícolas y una gran cantidad de fauna endémica de ambientes subterráneos, con algunas especies en peligro de extinción, protegidas por las normas nacionales e internacionales, como la anguila ciega.
Los ríos subterráneos son delicados ecosistemas que contienen especies adaptadas a la vida en la oscuridad total, la gran mayoría endémicas y algunas de ellas gravemente amenazadas. Esta agua que aparece en resurgencias en la zona de la costa tiene las características específicas para que el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), la segunda barrera más grande del mundo después de la australiana, pueda subsistir.
Destacaron que todo lo que les suceda a los sistemas subterráneos de Quintana Roo, impactará de manera directa a todo el mar Caribe y tendrá afectaciones ecosistémicas, estructurales, a la salud, a la biodiversidad, a la economía y a la población.
EHR