La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) advirtió que la explotación de litio requiere grandes cantidades de agua, por lo que puede causar graves crisis en las regiones donde se desarrolle.
Semarnat expuso que en países de América Latina como Bolivia, Perú, Chile y Argentina ya ha causado graves daños al ambiente y a la salud de las personas, lo que ha provocado conflictos socioambientales.
“Todo esto nos trae problemas ambientales, es intensiva la producción de litio, sumamente generadora de bióxido de carbono, genera emisiones que contribuyen al calentamiento del planeta."Es gran explotadora del agua, se requieren grandes cantidades de agua para poder extraerlo, lo que puede generar graves consecuencias de disponibilidad hídrica en las regiones donde se pudieran desarrollar estos emprendimientos”, dijo Agustín Ávila Romero, director general de Políticas para el Cambio Climático de la Semarnat.
Durante el foro “Litio en América Latina, retos y oportunidades”, el también encargado de la dirección general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), destacó que América Latina concentra el 67 por ciento de las reservas de litio a nivel mundial.
Indicó que para 2025 habrá más de 150 millones de vehículos circulando en el mundo que tendrían como base la batería de litio; se calcula que la demanda anual podría pasar de 160 mil toneladas en 2030 a 500 mil toneladas en el 2050.
Actualmente, en México no se cuenta con ningún yacimiento de litio en explotación, pero a la fecha se encuentran en etapa de exploración tres yacimientos que contienen este mineral en los estados de Baja California, San Luis Potosí, Zacatecas y Sonora.
Ávila Romero añadió que en el proceso de obtención del litio se hace uso de ácido clorhídrico “que genera impacto en las comunidades cercanas, como son conflictos socioambientales que ya están sucediendo en Argentina y Chile donde podemos ver afectaciones en la calidad del suelo y del aire".
"Truco publicitario", creer que litio es alternativa al petróleo: investigadora
Por su parte, la investigadora Aleida Samara Alonso sostuvo que en el proceso de transición energética, el uso de litio por parte de las grandes empresas no tiene un interés ambiental, sino que busca garantizar el sistema productivo para el futuro, por lo que creer que es una alternativa al petróleo es un “truco publicitario”, ya que “los riesgos socioambientales para la extracción de este mineral superan sus beneficios”.
Destacó que por cada tonelada de sales, se evaporan 2 millones de litros de agua y contamina el acuífero. Además, dijo que fragmentan el espacio de la vida silvestre y hay una transformación territorial, con el desmonte del terreno e instalación de estructuras.
Resaltó que el impacto hídrico es enorme, ya que la cantidad de agua necesaria en minas de Chile, por ejemplo, es de más de 600 litros de agua por segundo.
Añadió que la explotación del mineral, aumenta la salinidad del suelo; en Argentina y Chile hay migración forzada de comunidades por el desgaste de uso de suelo, por lo que indicó que se deben buscar procesos alternativos y mayor regulación para la industria.
Dijo que ya hay alternativas de trabajo científico, como el sodio que representa soluciones probables con menor costo; así como el uso de aluminio o hidrógeno para vehículos, “pero hay dos décadas de desarrollo”, indicó.
JLMR