A fin de reforzar el combate a las bandas delincuenciales dedicadas a la ordeña y robo de combustibles en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), el gobierno federal y la paraestatal arrancaron con la instalación de recubrimiento “conchacreto”, material hecho de concreto y acero que es casi imposible de perforar, afirmó el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
Tras revelar que se logró un fuerte golpe al huachicol con el decomiso de 40 pipas y 200 mil litros de combustible, el mandatario resaltó que en lo que va de su administración se han desplegado operativos en las zonas que tienen identificadas como focos rojos.
En entrevista, el gobernador abundó que en coordinación con las autoridades federales se han dado a la tarea de aplicar el “conchacreto” en algunos puntos de la red de los ductos de Pemex, y con ello que se vuelva casi imposible perforar el ducto para robar el combustible.
No obstante, reconoció que con la instalación de dicho material es “casi imposible” abrir los ductos, además, señaló que existe ese “casi” para redoblar esfuerzos y que se convierta sólo en “imposible”.
Del mismo modo, Barbosa Huerta agregó que en esta misma semana se reunirá con el director de logística de Pemex y personal de la Marina Armada de México para establecer las acciones concretas que se tomarán para atacar aún más a las bandas criminales que se dedican a este delito, sobre todo en los municipios del llamado “triangulo rojo” como Amozoc de Mota, Tepeaca, en San Martín Texmelucan, la región de Huauchinango y toda la zona por donde atraviesan los ductos de la paraestatal.
“Tendremos una reunión con personal de logística de Pemex, de ductos, con la Guardia Nacional, la Fiscalía y establecer acciones concretas para controlar el delito del huachicol”, apuntó.
En torno al decomiso de 40 pipas y 200 mil litros de gas natural, el mandatario poblano, sostuvo que se dio tras un trabajo de investigación que realizaron las policías estatales con las federales en la zona donde aún prevalece la ordeña de ductos.
Tan sólo en 2019, Barbosa Huerta dijo que a fin de contrarrestar el robo de combustibles en ductos de Pemex que atraviesan el territorio poblano, el gobierno estatal adquirió equipos sofisticados para combatirlo.
Abundó que adquirieron drones para sobrevolar los ductos. En la actualidad, los costos de los drones van de 3 mil 99 pesos a los mil 999 pesos. De acuerdo con el tipo de cámara se eleva el precio del dron, que en páginas de seguridad reportan un costo de entre 2 mil 329 pesos y mil 799 pesos.
El mandatario aseguró que en lo que va de su gobierno han mejorado los esquemas al combate de la ordeña y saqueo de hidrocarburos.
De acuerdo con el reporte del Observatorio del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), las tomas clandestinas de gas LP aumentaron mil 12 por ciento este año respecto a 2018, donde 15 municipios concentran esta problemática y que suman más de 556 tomas clandestinas.
Durante los primeros nueve meses de 2019, en Puebla cada 11 horas 49 minutos se registró una toma clandestina de gas LP, señala el reporte del Observatorio Ciudadano.
El estudio expone que en dicho periodo, en el estado se registraron 556 tomas clandestinas, es decir, mil 12 por ciento más que el mismo periodo de 2018, cuya cifra fue de 50 casos. A nivel nacional, Puebla se coloca en el primer lugar con más tomas.
En la lista de los 30 municipios con más tomas clandestinas de gas LP, la mitad corresponden a Puebla.
Los municipios de Tepeaca y San Martín Texmelucan encabezan el ranking con 182 y 91 casos registrados. Por su parte, Los Reyes de Juárez esta en el cuarto lugar con 46 perforaciones a los ductos.
Amozoc, Acajete, Acatzingo, Tecamachalco, Cuautlancingo, San Salvador El Verde, Huejotzingo, San Matías Tlalancaleca, Coronango y Quecholac también se encuentran en esta lista.
Puebla cerró el año 2019 con dos fugas de gas LP en tomas clandestinas en los municipios poblanos de Santa Rita Tlahuapan y Tepeaca.
Según reportes de Protección Civil estatal, la primera de las fugas, en Santa Rita Tlahuapan, se detectó en un ducto perteneciente a Petróleos Mexicanos en un camino hacia la comunidad de Las Dalias.
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