La inversión que se pretendió destinar al proyecto del Sincrotrón en Hidalgo debió ser inicialmente para infraestructura básica en los 84 municipios de la entidad y en las comunidades con mayor rezago y necesidad, no en un proyecto que “no estaba para nuestro tiempo”, afirmó el titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva de Hidalgo Miguel Ángel Tello Vargas.
Recordó que el recurso destinado para este proyecto, un monto de 500 millones de pesos, nunca se utilizó para este efecto, pero desde un inicio no se debió contemplar este tipo de inversión sin atender sectores y rubros con mayor importancia para el bienestar de la población; sin embargo, el funcionario estatal no descartó la posibilidad de que en el futuro se cuente con acelerador de partículas en el estado.
“No creo que una idea debe descartarse, pero el Sincrotrón no estaba para nuestro tiempo, esos 500 millones de pesos bien debían ser utilizados para infraestructura básica en todos los municipios del estado y en distintas comunidades, eso es algo que creo indispensable y que se tiene que seguir haciendo; pero, no descarto la idea que se tenga un acelerador de partículas, incluso tenemos un proyecto más pequeño con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para hacer un pilotaje de una planta aceleradora de partículas, pero siempre genera cierto remordimiento este tipo de proyectos cuando se tiene pensar en agregar más presupuesto a programas sociales o caminos dignos”, señaló.
Tello Vargas reiteró que los recursos, el presupuesto de 500 millones de pesos presuntamente para el proyecto del Sincrotrón, nunca llegó a las arcas de la Unidad de Planeación y Prospectiva, sino que se mantuvo en la entonces Secretaría de Finanzas y por ello el recurso se reorientó para cualquier otro tipo de proyecto, “pero no se utilizó como tal en el Sincrotrón, nunca cayó en las cuentas de Planeación, se quedó en Finanzas y se distribuyó para un puente o algo así”.
Aceleradores de partículas
Cabe mencionar que un acelerador de partículas es un dispositivo que utiliza campos electromagnéticos para acelerar partículas cargadas a altas velocidades y así hacerlas colisionar con otras partículas; de esta manera, se generan una multitud de nuevas partículas que generalmente son muy inestables y duran menos de un segundo, esto permite estudiar más a fondo las partículas que fueron desintegradas por medio de las que fueron generadas.
Hay dos tipos básicos de aceleradores de partículas: los lineales y los circulares. El tubo de rayos catódicos de un televisor es una forma simple de acelerador de partículas. Los aceleradores de partículas se asemejan, en cierta forma, a la acción de los rayos cósmicos sobre la atmósfera terrestre, lo cual produce al azar una lluvia de partículas exóticas e inestables. Sin embargo, los aceleradores prestan un entorno mucho más controlado para estudiar estas partículas generadas, y su proceso de desintegración.
Ese estudio de partículas, tanto inestables como estables, puede ser en un futuro útil para el desarrollo de la medicina, la exploración espacial, tecnología electrónica, entre otros; además de que llevan asociado el uso de mayores capacidades tecnológicas e industriales, tales como y entre otras muchas: el desarrollo de superconductores, capaces de crear los campos electromagnéticos necesarios, sin la necesidad de elevar el consumo eléctrico hasta cotas impensables; sistemas de vacío, que permitan mantener las partículas en el conducto donde se mantienen las partículas, sin pérdidas del haz inadmisibles; superordenadores, capaces de calcular las trayectorias de las partículas en las distintas configuraciones simuladas y, posteriormente, asimilar las enormes cantidades de datos generadas en los análisis científicos de los grandes aceleradores como el gran colisionador de hadrones.