La asociación México Evalúa advirtió que el IMSS-Bienestar, que pretende reemplazar al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), antes Seguro Popular, tiene capacidades mínimas, más que insuficientes, debido a años de estancamiento presupuestal en el sector.
En un documento, México Evalúa refirió que en 2021, IMSS-Bienestar gastó 14 mil 300 millones de pesos, 0.2 por ciento menos que en 2020 y sólo seis por ciento más que el promedio de 2013 a 2018.
Además, agregó, las consultas auspiciadas por este programa en 2021 fueron sólo 15.9 millones, 26 por ciento menos que las promediadas durante el sexenio de Peña Nieto, lo que evidencia que el ligero incremento presupuestal no ha logrado detener la caída en los servicios médicos.
De igual forma, agregó la organización, la infraestructura hospitalaria del IMSS-Bienestar ha estado estancada en los últimos años, y presenta caídas en insumos médicos como camas e incubadoras, a lo que se suma que la institución sólo tiene presencia en 54 por ciento de los municipios del país y en 19 estados.
Para 2022 se aprobó un presupuesto de 23 mil 600 millones de pesos para el IMSS-Bienestar, 74 por ciento más que en 2021.
“Al parecer, el gobierno ya planeaba realizar la transición entre sistemas de salud desde el año pasado; no obstante, a pesar de este incremento en el corto plazo, difícilmente se podrán subsanar las carencias en infraestructura, equipamiento y capital humano que se vienen arrastrando”, apuntó México Evalúa.
Caída en número de consultas
Destacó que en el número de consultas se ha registrado un desplome de las personas sin seguridad social, debido al abandono del IMSS-Bienestar e Insabi/Seguro Popular. En 2021 el IMSS-Bienestar otorgó 23 por ciento (4.7 millones) menos consultas que en 2014 y el Insabi otorgó 77 por ciento (74.6 millones) menos que ese año.
La institución resaltó que la atención de la Secretaría de Salud no asociada al Insabi alivió en parte esta caída, al otorgar 43 por ciento (17.8 millones) de consultas más que en 2014.
En este contexto, alertó que si desapareciera de tajo el Insabi, el IMSS-Bienestar tendría que otorgar 38.9 millones de consultas tan sólo para mantener la atención de las personas sin seguridad social en 2021; es decir, 142 por ciento (22.5 millones) más de las que otorgó el año pasado o 50 por ciento (12.9 millones) más que en 2017, su mejor año de atención.
Menos infraestructura
Al observar la infraestructura en salud, aseveró México Evalúa, no ha sido prioridad política, pues en 2021 la inversión física fue de 15 mil 900 millones de pesos, 42 por ciento menos que la alcanzada en 2011, año en que se registró el monto más alto en este rubro.
La menor inversión ha generado incluso una pérdida de unidades de consulta médicas, como centros de salud, clínicas, unidades móviles o unidades de medicina familiar.
En 2021, todas las instituciones de salud, tanto para la población asegurada como no asegurada, contaron con 20 mil 285 unidades médicas, 5 por ciento unidades menos que el máximo alcanzado en 2017.
En el caso de hospitales generales, regionales o de especialidad no hubo una contracción, al contrario, se registraron mil 512, un aumento de 10 por ciento (134 hospitales). Gran parte de este aumento se debió a la reciente conversión de unidades médicas a hospitales ante la pandemia por covid-19.
Retos
Ante este escenario, México Evalúa indicó que el plan del Gobierno, en el sentido de federalizar la salud pública a partir del modelo del IMSS-Bienestar, debe contestar una larga serie de preguntas, como el saber cómo se involucrará a los 13 estados que actualmente no forman parte del programa.
“Es improbable que más unidades hospitalarias del IMSS pasen a formar parte del IMSS-Bienestar, debido a la ya saturada red del instituto. Lo más probable es que el IMSS-Bienestar administre ahora la infraestructura del Insabi; es decir, de la Secretaría de Salud de la Federación y de los estados”, expuso.
JLMR