Desde hace años las LUNAS de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México son espacios en los cuales aquellas que han sido víctimas de violencia en razón de género pueden ir a solicitar apoyo, lo cual de acuerdo con la dependencia se ha traducido en una reducción de casi el 50 por ciento en el riesgo feminicida.
Sin embargo pese a la presunta reducción en los casos de violencia, en los últimos dos años ha habido un aumento en el número de atenciones que se dan dentro de estos espacios, principalmente en las alcaldías de sur y el oriente de la capital, zonas en las cuales se dan también las cifras más altas de violencia contra las mujeres.
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Las LUNAS con mayor número de usuarias son Iztacalco que pasaron de 5 mil 782 a 7 mil 223 entre 2022 y 2023 y hasta junio de 2024 han acudido 3 mil 574, así como Xochimilco que pasaron de 4 mil 885 a 5 mil 110 entre 2022 y 2023 y hasta junio de 2024 han acudido 2 mil 578, esta última demarcación se encuentra en el lugar número 47 de los 100 municipios con más casos de feminicidio a nivel nacional.
Otra de las LUNAS que han atendido mayor número de usuarias durante los primeros 6 meses del 2024 son Tlalpan con 3 mil 12, Gustavo A Madero con 2 mil 985 e Iztapalapa con 2 mil 729, esta última en el cuarto lugar de feminicidios a nivel nacional con 9 casos hasta junio de 2024.
Pero este aumento no necesariamente significa un alza en los casos de violencia o al menos así lo ha manifestado la titular de la Secretaría de las Mujeres, Ingrid Gómez, quién asegura que esto puede estar relacionado con un aumento de confianza en la institución ante el modelo integral de apoyo que brindan a las usuarias.
“Lo que creemos es que ha habido una amplia difusión y también visibilización, de que la violencia no es normal, la violencia no está bien, tenemos muy normalizadas ciertas formas de violencia pero sí creemos que más que el aumento de casos lo que ha estado aumentando es la difusión”, aseguró en entrevista con Milenio.
Las usuarias de estos espacios son principalmente mujeres entre 30 a 64 años quiénes estos lugares son su primer acercamiento a romper el patrón de la violencia que viven principalmente en sus hogares o con sus parejas.
Una de ellas es Daniela (nombre que usaremos en lugar del real para proteger su identidad), ella era víctima de violencia por parte de su pareja y decidió pedir apoyo a LOCATEL quiénes la remitieron a la LUNA de Iztapalapa donde además de encontrar resguardo y asesoría legal, también logró recobrar la fuerza para salir adelante por su cuenta.
“Me ha dado mucha fuerza para salir adelante y actualmente ya no vivo con mi pareja, yo tenía miedo, no sabía que con todo ese acompañamiento, que me dieron, pues que si se puede, sobretodo en la terapia psicológica si te ayuda a ver las cosas de diferente manera, te abre la mente, y el panorama”, remarcó.
Para las trabajadoras de estos espacios las LUNAS plantean una oportunidad para que las mujeres puedan darse una nueva oportunidad alejadas no sólo de la violencia, sino también de los juicios y la revictimización que suele darse cuando deciden salir de estos círculos de violencia.
“Mi sentir personal es muy grato porque estoy acompañando a romper círculos de violencia, a enseñar, a acompañar a escuchar y romper ciclos, acompañar a mujeres es algo grandioso, porque a través de la educación podemos ser libres”, precisó Rocío Espíndola, trabajadora de la LUNA Iztapalapa.
CHZ