Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, advirtió que poco más de mil 500 negocios y comerciantes se verán afectados con la restricción al público para asistir a la 177 representación de la Pasión de Cristo en esta demarcación.
Asimismo, la funcionaria local puntualizó que se perderá una derrama económica de 300 millones de pesos, que dejan poco más de 2 millones de personas que asisten a esta representación de diferentes pasajes bíblicos.
En entrevista con MILENIO, la morenista anunció que tras pasar la crisis sanitaria por el coronavirus llevará a cabo varios eventos, principalmente, ferias en los ocho barrios de la demarcación para apoyar a las personas comerciantes, quienes su principal ingreso es la venta en vía pública.
"Estamos calculando que más de mil 500 negocios seguramente serán afectados en estos días y estas semanas, pero ya estaremos posponiendo actividades, que nos permitan apoyar a quiénes se beneficien económicamente. Después de esta crisis sanitaria, estaremos llevando a cabo distintos eventos en Iztapalapa en los ocho barrios que permitan apoyarles con toda la cancelación que se hizo", refirió.
Agregó que aún se evalúa, en coordinación con el Comité Organizador de Semana Santa (Cossiac), el escenario en que se llevará a cabo la representación a puerta cerrada.
Al cuestionarles sobre la posibilidad de que algunos visitantes no respeten esta restricción advirtió que "va a ser en un lugar confinado, cerrado, que no permita que la población esté a la expectativa, no es la primera vez que se haga de esta forma, en la época de la guerra de reforma, la llevaron a cabo en el atrio de alguna iglesia".
Añadió que en esta ocasión participarán únicamente 70 actores de los mil 200 que normalmente realizan la procesión.
Resaltó que con los participantes se tendrán revisiones constantes para descartar algún tipo de contagio.
"Se va a cumplir con las medidas de sanidad que significa: medir la temperatura, la sana distancia, lavado de manos", puntualizó.
MILENIO realizó un recorrido por la alcaldía de Iztapalapa, en donde comerciantes señalaron que sus ingresos se verán afectados por la suspensión de este acto católico.
"Claro que sí, ya tiene que empezó este problema. Ya tiene como 15 días que han bajado las ventas, de un 100 por ciento ha bajado un 50 por ciento, pues estamos esperando estas fechas de Semana Santa pero quién sabe que va a pasar, si se compone o descompone", expuso, Eulogio Cruz, quien tiene un puesto de tacos frente a la alcaldía.
Aclararon que para ellos sería imposible dejar de vender porque es su sustento diario y con lo que sacan adelante a su familia.
"No es posible. Nosotros vivimos de esto, es nuestro fuerte, estar aquí, de aquí comemos", concluyó Eugenio Fuente, quien tiene un puesto de jugos en la Plaza Cuitláhuac.
kvd