Blanca Jiménez, directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desmintió al alcalde de Camargo, Arturo Zarabia quien declaró que la población de ese municipio no tiene agua para uso doméstico.
Aclaró que por ley, el 30 de septiembre dejó de entregarse agua para riego, porque el ciclo agrícola concluyó en esa fecha, pero el agua para la población es un derecho humano por lo que no se puede cortar y se mantiene como prioridad en el abastecimiento.
“Jamás lo cortamos y jamás se cortará, no solo está en la Ley de Aguas Nacionales, sino en la Constitución. Están saliendo suficiente agua para que lleguen a Camargo o 200 litros por segundo que es la cantidad que ellos requieren”, dijo Jiménez Cisneros en entrevista con MILENIO.
Explicó que de la presa La Boquilla se tiene agua para Camargo, pero el suministro se cerró para uso de riego agrícola, ya que el ciclo concluyó el 30 de septiembre. Aseguró que el agua no les faltó, ya que tampoco gastaron el 100 por ciento que la dependencia les autorizó.
“Concluye cuando se ha entregado el 100 por ciento del agua o por la fecha de la época de riego que terminó a finales de septiembre, pero no gastaron su agua, quedó un 6 por ciento de lo autorizado, y teníamos nosotros noticias de que seguían pidiendo un gasto muy alto, pasaba el jefe de distrito de riego de la Conagua a decir que usarán más agua y la gente no la necesitaba, y aún así nos seguían pidiendo agua de la presa La Boquilla, cuando no la necesitaban”.
Añadió que la presa La Boquilla se conecta con la presa El Granero, en cuyas entradas se incrementó el caudal de agua “no por razones de lluvia, sino porque el agua se seguía acumulando” porque no la utilizaban.
Aseguró que por la derivadora Andrew Weiss –que se abastece de la presa la Boquilla y entrega el agua a través de los canales Patrocinio y Santa Rosalía–, está pasando agua a Camargo, para abastecer a la población para uso doméstico.
“Los 200 litros por segundo siempre se han entregado, pero una cosa es el agua para riego y otra cosa es el agua para las ciudades”.
Asimismo, Blanca Jiménez dijo que en febrero, cuando se abrió por primera vez la Boquilla, los agricultores de la zona estaban molestos y desmontaron la derivadora Andrew Weiss, pero luego se dieron cuenta de por esa vía les llegaba el agua a Camargo.
“Los agricultores como estaban molestos, desmontaron la derivadora Andrew Weiss, fueron como 3 millones de pesos lo que nos costó pagarla, a la hora de echar a perder la infraestructura se dan cuenta de que deshacerla implicaba que no recibieran agua para la ciudad de Carmago”.
ledz