Javier Martínez: “Las matemáticas me relajan, las series me engatusan”

Lado B

El comisionado del Instituto de Transferencia, Acceso a la Información y Protección de Datos del Edomex es fan del Cruz Azul y no pierde la esperanza de que en 2020 su equipo deje de ser el “hazmerreír” del futbol mexicano

Era bueno para el futbol, soy zurdo, que tiene una ventaja sobre los demás. (Especial)
Carlos Vega
Carlos Vega Ciudad de México /

Entre lamentos, Javier Martínez (Ciudad de México, 1968) confiesa que es aficionado del Cruz Azul, el equipo de sus amores, y aunque lo considera el hazmerreír del futbol mexicano, debido a más de 20 años que tiene sin ganar un título, confía en que 2020 será el bueno.

El comisionado del Instituto de Transferencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de México (Infoem) revela que de niño padeció muchas carencias, por lo que valora cualquier oportunidad de aprender; a quien más admira es a su padre debido a los grandes esfuerzos que hizo y sigue haciendo, pero sobre todo porque le enseñó que todo se puede conseguir si te lo propones.

¿Cómo se define?

Como una persona de principios, a quien le han servido los valores que le inculcaron sus padres.

¿Cuál fue su primer trabajo?

Fue cuando estaba en la vocacional haciendo tareas para mis compañeros, después estuve en una empresa manufacturera de aceros y ya profesionalmente entré a trabajar en pequeñas empresas.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Tener la posibilidad de garantizar dos derechos fundamentales: el acceso a la información como un mecanismo contra la corrupción y la protección de datos personales.

¿Cómo fue su etapa de estudiante?

Soy ingeniero por el Instituto Politécnico Nacional y estudié Administración en la Universidad Autónoma Metropolitana; desde pequeño supe que en condiciones adversas aprendes a valorar la oportunidad de adquirir conocimientos; gracias a mi padre supe que día con día se debe aprovechar para aprender, practicar y fijarse nuevas metas.

Mi padre comenzó a estudiar cuando ya estaba grande, él no sabía leer ni escribir y me compartió sus conocimientos cuando yo era un niño. Desde que tenía nueve años aprendí a darle importancia a estudiar y eso me motiva hasta la fecha.

¿Existe el no se puede?

No, el no se puede cada quien se lo pone en la medida que se quiere limitar. Nos ponemos a prueba cuando nos encontramos con adversidades. Si hay un país que es un paraíso de oportunidades ese es México.

Aquí, quien diga que solo teniendo recursos y con una familia se dan las condiciones para salir adelante está en un error.

Yo viví en provincia, donde el ingreso familiar solo alcanzaba para la comida diaria, y puedo decir que hay alternativas para mejorar, pero hay que buscarlas.

Mis padres no sabían qué era ir a la escuela; sin embargo, mi papá estudió para poder resolver las dudas de su hijo de nueve años, y al día de hoy todos los conocimientos que adquiero se los transmito.

¿Qué lo relaja?

Parecerá raro, pero me relaja resolver problemas de matemáticas.

¿Qué haces en su tiempo libre?

Disfruto pasar el tiempo con mis hijos, jugar futbol o basquetbol, además de ver películas y leer.

¿Qué está leyendo? «‘El pensamiento lateral’, de Edwar de Bono». (Especial)

¿Era bueno para el futbol?

Sí, la ventaja de ser zurdo es que tienes un perfil diferente a los demás. Llegué a jugar en fuerzas interestatales, pero mi desarrollo profesional me fue quitando tiempo para practicarlo.

¿A qué equipo le va?

Le soy fiel a un equipo que está en la boca de todos, porque es el hazmerreír, el Cruz Azul. Uno cree en los colores y con tristeza veo que se lo han heredado dos de mis hijos. A pesar de eso sigo esperando ese campeonato y traigo tatuado sus colores en el corazón.

¿Este año es el bueno?

Espero que sí. Soy especialista en estrategia, el día que pueda darle mis servicios al equipo, se los daría... ¡gratis!

¿Qué películas le gustan?

Las de acción, las que tengan que ver con historias reales, pero mi favorita es Hombre de familia, con Nicolas Cage.

¿Le gusta leer?

Me encanta, cuando era estudiante no tenía para comprar libros, apenas para sacar copias. Ahora compro muchos.

¿Qué está leyendo?

El pensamiento lateral, de Edward de Bono.

Dicen que le gusta viajar, ¿cuál ha sido su destino favorito?

Me gustó mucho España, particularmente Sevilla; el ambiente es muy parecido a Guanajuato.

¿Cuál es su comida favorita?

Las tortas de carne.

¿Tiene algún gusto culposo?

Las series de televisión, puedo pasarme horas viéndolas, por eso no empecé a ver la cuarta temporada de Suits, porque sé que me va a atrapar.

¿Admira a alguien?

A mi papá, a él le debo todo lo que soy.

¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida?

Es difícil, pero creo que convivir con las dos mujeres que me marcaron, mi abuela materna y mi madre. Estar con ellas es lo que más añoro.

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