48 horas después de la muerte de le magistrade Jesús Ociel Baenay su pareja Dorian Daniel Nieves, la Fiscalía General de Aguascalientes (FGE) y la Secretaría de Seguridad estatal descartaron la versión de un crimen de odio.
El secretario Manuel Alonso García afirmó para MILENIO Televisión que “desde el principio” de la noticia los indicios apuntaban a un posible caso de “moción sentimental”, lo cual implicaba que las lesiones registradas en los cuerpos habrían “sido ocasionadas entre ellos mismos”.
Familiares del ícono de la lucha por los derechos LGBTIQ+ rechazaron la hipótesis preliminar, mientras que activistas y organizaciones cuestionaron la rapidez con la que la FGE dio a conocer ésa línea de investigación— omitiendo, según las acusaciones, la aplicación del protocolo por un presunto crimen de odio.
“Es muy inverosímil que en tan sólo cuatro o cinco horas puedan tener teorías que en 24 horas ya confirmaron. Sabemos que las pruebas periciales que se tendrían que llevar a cabo a partir del contexto (...) requieren muchísimo más tiempo”, aseveró Andrés Treviño, director de Diversidad Sexual en Jalisco, en conversación con MILENIO.
Alrededor de las 08:00 horas del 13 de noviembre una trabajadora doméstica arribó al domicilio en el fraccionamiento Punta del Cielo. Ahí atestiguó la escena que poco después consternaría a la República Mexicana: los cuerpos de Jesús Ociel Baena y Dorian Daniel tendidos en un charco de sangre.
El fiscal Jesús Figueroa detalló que le magistrade se halló en la planta baja del inmueble con 20 heridas de arma blanca en diferentes partes de su cuerpo, siendo una de éstas la que le quitó la vida. Y reveló que las lesiones las habría perpetrado el propio Dorian con una navaja de rastrillo para después quitarse la vida.
“Nosotros creemos que se priva de la vida al magistrade en la planta baja. Ahí su posición final es boca arriba y posteriormente su pareja asciende por una navaja y después se auto priva de la vida”, comentó para este medio en el noticiero de Tania Díaz y Luis Carlos Ortiz.
Las horas previas al crimen
El día anterior a su muerte, le magistrade había participado en la “Conferencia Magistral sobre Paridad de Género y Acciones Afirmativas” organizada por el Partido del Trabajo (PT) en Oaxaca.
Ese mismo domingo Ociel y Dorian Daniel volvieron del estado sureño a Aguascalientes, a cuyo aeropuerto habrían arribado en la noche-madrugada. Ahí, según lo informado por el secretario Manuel Alonso en MILENIO Televisión, ambos supuestamente tuvieron una situación de inconformidad.
Las cámaras de videovigilancia del domicilio de Punta de Cielo registraron el arribo de la pareja a las 01:16 horas del 13 de noviembre, sin mostrar signos de pelea y sin que nadie los estuviera siguiendo. Ambos descendieron con maletas en mano e ingresaron al domicilio; y ésa fue la última vez que se les observó con vida.
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El recuento de las autoridades arrojó que la pareja supuestamente sostuvo una pelea en la habitación ubicada en la planta alta del edificio. Esto con base en los indicios en la escena, como lo fueron manchas hemáticas en forma de goteo al costado de la cama y “cierto desorden” en el lugar.
Y fue tras esa diferencia que aparentemente Dorian agredió a Jesús Ociel con una navaja de afeitar; este últime descendió por las escaleras y terminó por fallecer en la planta baja. Los rastros de sangre también apuntan que, tras el ataque, Dorian regresó al primer piso para quitarse la vida con una navaja similar hiriéndose en el cuello.
¿Negligencia? Familia se niega a creer en la FGE
Frente al féretro de su hije y con la impotencia reflejada en el pulso de su mano, Juan Baena rechazó y condenó la hipótesis que la fiscalía ventiló por primera vez horas después de la noticia; el mismo día de la muerte de Jesús Ociel.
“Es una falta de respeto. (...) No es cierto y sería una vergüenza dejar a esa justicia que emita un juicio que no es correcto y que la mayoría no cree”.
Jesús Ociel y su pareja fueron velados en Aguascalientes. Primero en una funeraria del norte del estado y después en la Catedral, junto a decenas de personas que se unieron a las condolencias por la pérdida de quien en el 2022 se convirtió en el primer magistrade de América Latina.
“Estaban contentos los dos, felices como siempre. (...) Hablamos con ellos. Mis papás siempre estuvieron al pendiente de ellos”, aseguró.
Dulce Baena, también hermana de Ociel, secundó la desconfianza en la institución a cargo de Jesús Figueroa. En entrevista con Azucena Uresti declaró que el reconocimiento del cuerpo de le magistrade se llevó a cabo por fotografías, las cuales se presentaron a su padre, Juan Baena.
Jesús Ociel Baena contaba con protección del estado de Aguascalientes luego del asesinato de Ulises Nava, activista pro LGBTIQ+, en julio del 2023. Además de ello, también era blanco de agresiones verbales diarias en sus redes sociales; de las cuales, según declaró Dulce, tenía conocimiento la propia gobernadora del estado, María Teresa Jiménez Esquivel.
Le defensore de los derechos humanos estaba en el ojo del huracán, expueste a una constante agresión verbal replicada “en plataformas como la de Ricardo Salinas Pliego, Lilly Téllez o Eduardo Verástegui”. Un contexto el cual, según activistas, ameritaba que la investigación partiera de una presunción de crimen de odio.
“Lo que pasó reúne todas las características de los crímenes de odio. Se pudo haber iniciado y se debe seguir la investigación desde ahí. (...) Al final podría ser la conclusión final, pero no el inicio. (El crimen pasional) es la manera en que históricamente se han catalogado estos asesinatos”, comentó para este medio Pablo Delgado Lemus, director de Amicus y Visible MX.
Un informe de Letra Ese registró 87 muertes violentas de personas LGBTIQ+ en México por motivos presuntamente relacionados con su orientación sexual o expresión de género en 2022. Sin embargo, la organización afirma que la cifra real podría ascender hasta las 200 víctimas.
Ese mismo año, la nación azteca se colocó entre las primeras posiciones de países en los que más crímenes de odio se cometen en América Latina. Un escenario que Jesús Ociel enfrentó desde su propia trinchera y el cual le costó amenazas, desprestigios y burlas.
Por ello, Andrés Treviño secundó la postura de Delgado Lemus al señalar que las presunciones de odio se debían haber fincado en la muerte de le magistrade— y de otros, otras y otres miembros de la comunidad LGBTIQ+— hasta que las investigaciones posteriores las descartaran: “Sí creo que las personas de la diversidad sexual tenemos la misma dignidad para que una investigación se lleve a cabo con profesionalismo”.
“Cuando es una persona que desafía la norma, que tiene un gran alcance, eso tendría que presumir la existencia de odio. (...) Hay un contexto lo suficientemente sólido para que estas presunciones se tengan al inicio de una carpeta de investigación”.
ASG