Kamala Harris visita México con reputación de “dura”

La ahora vicepresidenta de Estados Unidos se ganó la fama de ser una mujer de personalidad fuerte, que se encargaba de los casos más difíciles que llegaban a la Fiscalía.

La vicepresidenta es una de las legisladoras que se opuso al T-MEC en el pasado. (Reuters)
Adyr Corral
Ciudad de México /

No sólo la visita a México de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que carga a cuestas una reputación de ser una política “dura”, pasará a la historia por ser la primera mujer en el cargo, sino que por sí misma, ya es histórica.

“Es una encomienda que le da el presidente (Joe Biden), hay que tomar en cuenta que que el presidente Biden también en su momento fue apoyado por (Barack) Obama para tal puesto, entonces, seguramente va a ser una candidata presidencial en su momento”, explicó a MILENIO José María Ramos, profesor del Colegio de la Frontera Norte.

Hija de un economista originario de Jamaica y de una biomédica especializada en cáncer que emigró desde India para buscar el llamado “sueño americano”, Kamala inició su carrera en la administración pública estadunidense en 1990 como fiscal adjunta de distrito en Oakland, su ciudad natal.

Allí, la ahora vicepresidenta 49 de Estados Unidos se ganó la fama de ser una mujer de personalidad fuerte, que se encargaba de los casos más difíciles que llegaban a la oficina relacionados con tráfico de drogas, violencia de pandillas y abuso sexual.

Esta actitud le valió para escalar peldaños en el sistema judicial, incluyendo ser fiscal a cargo de San Francisco de 2004 a 2011, hasta convertirse en la fiscal general de California de 2011 a 2016. Una vez en el puesto, le plantó cara al sanguinario cártel de Sinaloa.

Su enfrentamiento con el grupo, entonces encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, llegó hasta tal punto en que los señaló de disfrutar presuntamente de un “trato preferencial” de parte del gobierno mexicano entre 2004 y 2014, “mientras que los (grupos criminales) rivales fueron atacados”, periodo que coincidió con los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

En ese sentido, su visita a México se da en un momento en el que el cártel de Sinaloa está, según informes divulgados por la Administración para el Control de Drogas, (DEA por sus siglas en inglés), inundando de fentanilo Estados Unidos. Lo que ha derivado en una importante crisis de salud entre la población de ese país.

Además, el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha crecido exponencialmente hasta convertirse en la segunda organización criminal trasnacional que más drogas trafica por la frontera.

La postura de Harris ante la legalización de la mariguana se modificó con el paso del tiempo, mientras que en 2010 se opuso firmemente a su uso recreativo, para 2015 apoyó sólo el uso medicinal. Ya, para 2018, siendo senadora, apoyó finalmente la legalización con fines lúdicos.

“Legalizar la mariguana a nivel federal es lo más inteligente, es lo correcto. Lo sé como ex fiscal y lo sé como senadora”, dijo al respecto.

Su gestión como fiscal fue marcada por sus intentos de reformar algunas prácticas policíacas, por ejemplo, fue la primera que implementó las cámaras corporales en los uniformes y sin embargo, y a pesar de estas medidas fueron consideradas progresistas por amplios sectores de la población, sus retractores recuerdan que cuando estuvo al frente la fiscalía californiana, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que el hacinamiento en las cárceles del estado era tan grave que equivalía a un castigo inconstitucional, cruel e inusual.

Con el tiempo su reputación de mujer “dura”, se convirtió  en la de una estrella en asenso al interior del partido Demócrata, llegando al Senado en 2017.

“Hay que recordar que Harris no avaló el T-MEC, ella no lo firmó. El argumento que dio en su momento, como senadora, fue de que México no estaba dando garantías para avanzar en la política ambiental. Entonces, el tema ambiental en esta administración va a ser un tema central (…) en la relación con México”, recordó Ramos.

La estrella en ascenso al interior del partido Demócrata pronto anunció sus intenciones presidenciales para el 2020. En las internas se enfrentó al ahora presidente Biden, que terminó por sumarla a su fórmula como vicepresidenta.

Al estar por cumplirse los primeros cinco meses de la administración, Kamala enfrenta uno de sus retos más importantes hasta ahora: ordenar la frontera.

Ante tal escenario, incluso el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, reconoció que no se han logrado los objetivos en materia de seguridad en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, ya que no se ha frenado el tráfico de drogas ni de armas entre ambos países.

En marzo, tras la sorpresiva renuncia de Roberta Jacobson como asesora especial en la frontera para la Casa Blanca, el presidente Biden encargó a Kamala encargarse de la crisis humanitaria que se vive de ambos lados del Río Bravo.

“Ella es la persona más calificada para hacerlo, para liderar nuestros esfuerzos con México y el Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), y los países que van a necesitar ayuda para frenar el movimiento de tanta gente, frenar la migración a nuestra frontera sur”, dijo Biden a la prensa, al anunciar su decisión.

Kamala llegará a México esta noche, justamente cuando en el país se están terminando de contar los votos de las elecciones intermedias.

“Considero que es algo circunstancial, porque la visita se planeó desde hace cerca de un mes aproximadamente, obviamente que vieron el contexto electoral. Yo más bien pensaría que fue una cuestión de la agenda propia de ella. De las actividades que tiene que hacer. Hay que recordar que vienen temas centrales en la agenda de Estados Unidos, en estos días el presidente (Joe Biden) se reúne con el mandatario ruso (Vladimir Putin)”, consideró Ramos.

La visita de la vicepresidenta de Estados Unidos a México tiene como objetivo alcanzar acuerdos en temas como migración y seguridad, según se ha explicado, sin embargo, en la mesa bilateral estarán también temas como la pandemia de covid-19, la entrega de vacunas para la frontera, el T-MEC, e incluso, una reforma migratoria que está pendiente desde la administración de George W. Bush.

LP

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