Con ligera ventaja para ella, se espera que el republicano la acuse de ser una “izquierdista” radical, mientras que la vicepresidenta tiene previsto señalar al magnate del fracaso de la propuesta de reforma migratoria en el Senado
A solo ocho semanas de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Kamala Harris y Donald Trump se verán las caras este martes en su primer debate en Filadelfia, con el reto de lograr un nocaut político, en medio de una competencia cerrada, pero con una ligera ventaja de la vicepresidenta en estados clave.
Analistas coinciden que el debate representa para Kamala un momento significativo en su carrera política, como la candidata presidencial de un partido mayor de raíces negras y asiáticas, y una oportunidad de quitarse la etiqueta de “radical”, presentar una agenda positiva detallada y consolidar sus credenciales de liderazgo tras cuatro años de opacidad como copilota de Joe Biden .
“Kamala debe enfatizar la visión de futuro de sus propuestas y su campaña, la visión de llevar al país hacia delante, de no dar marcha atrás, de aprovechar el progreso logrado en los últimos cuatro años desde que sacamos al país de una pandemia devastadora para la economía y para las comunidades”, señaló en entrevista a la veterana estratega demócrata y asesora de campañas electorales, Melisa Diaz
“Se deben enfocar en realzar los logros que he tenido en la administración Biden y su desempeño como vicepresidenta, pero también que la gente conozca cuál es el plan para seguir hacia delante”.
Acuartelada en Pittsburgh para su debate ha dejado en claro adelantado que tiene la experiencia para confrontar a un criminal convicto, Donald Trump, encontrado culpable de 34 acusaciones de fraude contable en NY y de un incidente de abuso sexual contra una escritora.
“Me enfrenté a perpetradores de todo tipo: depredadores que abusaban de las mujeres, personas que estafaban a los consumidores, tramposos que rompían las reglas para su beneficio, así que escuchen cuando les digo que conozco a los tipos como Donald Trump”, exclamó Harris en medio de alaridos de sus simpatizantes en Milwaukee.
La vicepresidenta llega con una ventaja de 6 y 5 puntos porcentuales en Wisconsin y Michigan, y un punto en Georgia y Nevada. Ambos están empatados con 47 por ciento en el crucial estado de Pensilvania, mientras que Trump lleva una delantera de 5 puntos en Arizona, de acuerdo con la más reciente encuesta de CNN.
La inflación sigue siendo el tema central en la mente de los votantes, seguido de los empleos y la situación económica. La salud y la migración continúan también ocupando un lugar entre los cinco temas más relevantes de ambas campañas.
El analista de la conservadora The Libre Initiative, Israel Ortega, sugiere que Trump enfocará el debate en ensanchar su base de votantes, no solo apelar a su núcleo duro de seguidores, sino acercarse a los independientes y especialmente a las mujeres con un tono de moderación.
“Lo primero es evitar ataques personales. Se ve muy feo atacar particularmente a una dama. Si quieres ser presidente y te comportas como un bully creo que eso no te ayuda”, dice.
Ortega, cuya organización no apoya la candidatura de Trump, sostiene que el ex presidente debe mantenerse centrado en los temas. “Uno de los argumentos más poderosos que tiene Trump es recordarle al pueblo estadunidense como estaba la economía cuando era presidente. Los niveles de desempleo eran bajísimos para afroamericano y latinos”.
Ciertamente las encuestas confirman que los votantes depositan una mayor confianza en el manejo de la economía bajo Trump, quien ha prometido hacer permanentes los recortes de impuesto, revitalizar la extracción de petróleo, imponer aranceles, crear una comisión dirigida por Elon Musk y dejar de cobrarles impuestos a los meseros.
Se espera que Trump acuse a Kamala de ser una “izquierdista” radical, de cambiar de posiciones en las últimas semanas, especialmente el apoyo de la vicepresidenta al fracking y a la propuesta migratoria bipartidista del Senado que incluye un cierre automático de la frontera y 650 millones para la construcción del muro con México.
En contraste, Kamala tienen previsto acusar directamente a Trump por el fracaso de la propuesta de reforma migratoria en el Senado, pues está documentado que el ex presidente llamó telefónicamente a los líderes republicanos de la Cámara Baja y Alta para boicotear la propuesta de ley bajo el argumento de que no quería darle un triunfo político y legislativo a Joe Biden en 2024.
En tanto, Harris planea una gira de campaña de cuatro días a través de los principales estados indecisos después del debate.