Visita de Trump: el muro que surgió en Los Pinos

Crónica

Al lanzar su candidatura, Trump advirtió que los mexicanos que entran a EU son personas con problemas como “drogas, crimen, violadores”.

El entonces candidato republicano y el ex presidente Peña Nieto. (Javier Ríos)
Daniel Venegas
Ciudad de México /

No podía ser de otra forma. La visita del entonces candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, a la Residencia Oficial de Los Pinos rompió protocolos y generó un torbellino de declaraciones que, a la postre, resultaron una constante durante su mandato. Fue un adelanto de la relación con México, con el mundo y con los medios; Trump se mostró de cuerpo entero.

De acuerdo con el ex presidente Peña Nieto, la puerta estaba tanto para él como para su contrincante Hillary Clinton; sin embargo, solo Trump aceptó la invitación, y aprovechó el 31 de agosto de 2016 para dar un portazo y asegurar, frente a su anfitrión, que el tema del muro había sido abordado en el encuentro y que lo único que faltaba era “acordar el pago”.

Más tarde, Peña Nieto aseguró que había dejado claro “que México no pagará por el muro”.

Sonriente, Trump gesticulaba durante la conferencia de prensa: “Sí hablamos sobre el muro, no hablamos sobre el pago del muro, eso sería para una fecha posterior”, respondiendo a una pregunta al final de una conferencia de prensa conjunta en Los Pinos, donde contrastaba el rostro serio del presidente mexicano, quien antes aseguró haber hablado con Trump acerca de lo “agraviados” que se sentían los mexicanos por comentarios que el candidato realizó.

Dos horas antes, un helicóptero trasladó a Trump a dicho lugar desde el hangar presidencial para su encuentro con el mandatario mexicano.

Fue una reunión privada de dos horas, seguida por 26 minutos de conferencia y todo un día de explicaciones. Trump viajó a Arizona, donde insistió en que se construiría un muro pagado por México; en tanto, Peña Nieto señaló que la invitación se hizo porque algunos de los posicionamientos de Trump “representan una amenaza para el futuro de México”.

Y es que, al lanzar su candidatura, Trump advirtió que los mexicanos que entran a EU son personas con problemas como “drogas, crimen, violadores”.

Hasta antes del encuentro, ningún presidente mexicano había recibido a un candidato estadunidense, por lo que había un protocolo establecido. Después se sabría que el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, fue el artífice de la visita, aprovechando su gran relación con Jared Kushner, yerno y consejero de Donald Trump.

Videgaray apostó y ganó. Tras las críticas generadas por la visita renunció al cargo reconociendo errores importantes en la forma en que se realizó el encuentro; meses después, con Trump en la presidencia, se reintegró al gabinete en calidad de canciller para la relación con EU.

Esa visita fue apenas un adelanto de los temas que dominarían la agenda entre ambos países a lo largo de los últimos cuatro años. Y todo comenzó con un encuentro en Los Pinos.


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