Las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador se han convertido en un fenómeno.
Algunas ruedas de prensa del Presidente de México en Palacio Nacional son más vistas que videos de estrellas de música pop a escala internacional como Ariana Grande, Lady Gaga o Jonas Brothers.
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El tiempo que ha dedicado el jefe del Ejecutivo a responder cualquier tema a los representantes de los medios de comunicación también es inédito: las 66 conferencias mañaneras que encabezó hasta ayer equivalen a 3 días 19 horas y 57 minutos.
En este tiempo, López Obrador ha dicho casi el total de las palabras que hay en Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra.
Si faltara algo, desde este miércoles todas las conferencias de prensa están disponibles en la plataforma musical Spotify...
Andrés Manuel López Obrador es el primer presidente de la República que de lunes a viernes da una conferencia de prensa. Hasta ayer sumaron 66 mañaneras; solo el 25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero, no hubo.
Pero esta situación no es nueva para el tabasqueño. Cuando fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal (2000-2005) también dio ruedas de prensa casi a diario. En ese momento desde Palacio del Ayuntamiento, pasadas las 6 de la mañana, para enseguida encabezar las reuniones con su gabinete.
Ahora, como jefe del Ejecutivo, López Obrador se reúne primero con integrantes del gabinete de seguridad y posteriormente con los representantes de los medios de comunicación.
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A eso de las 7 de la mañana sale al salón Tesorería para fijar su postura sobre todos los temas, anunciar acuerdos de gobierno, responder acusaciones y hasta lanzarse contra sus opositores: desde temprano se marca la agenda de la vida pública nacional.
Incluso, durante la tragedia por la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo, el Presidente recurrió a esta forma de comunicación para dar a conocer los avances del caso.
El sábado 19 y el domingo 20 de enero encabezó cuatro conferencias: cada día, una a las 7 de la mañana y otra a las 6 de la tarde.
Sin contar las cuatro conferencias extraordinarias por la emergencia, López Obrador ha dedicado más de 91 horas y 57 minutos a las mañaneras, tiempo equivalente a 3 días 19 horas y 57 minutos.
En todo este tiempo, el jefe del Ejecutivo ha dicho 271 mil 785 palabras casi el total de las más de 300 mil que hay en El Quijote.
La mañanera del 21 de febrero fue la más larga: 2 horas, 7 minutos y 56 segundos de duración, y solo fue interrumpida por una supuesta alarma sísmica que derivó en el desalojo del salón Tesorería. Al final se supo que se trató de un error por una revisión en los altavoces de Palacio Nacional.
Al menos un par de ruedas de prensa duraron más que esa mañanera; sin embargo, en esas ocasiones correspondieron a mensajes de secretarios por temas específicos que se realizaron tras la conferencia del Presidente.
En promedio, las conferencias en Palacio Nacional duran 1 hora con 22 minutos, y a pesar de estas largas ruedas de prensa, su popularidad es innegable.
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En la cuenta de Facebook de López Obrador, las mañaneras suman 43 millones 829 mil reproducciones; si se compara con un número de habitantes de un país, casi alcanza la población de España que cuenta con 46 millones 57 mil.
Incluso, la transmisión de estas ruedas de prensa ha llegado a superar las reproducciones de videos de estrellas de música pop a escala internacional como Ariana Grande, Lady Gaga y Jonas Brothers publicados el mismo día que la conferencia mañanera.
En la mayoría de las conferencias, López Obrador ha salido acompañado de diversos secretarios de Estado.
Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, es la que más veces (17) ha acompañado al jefe del Ejecutivo. En contraste, Román Meyer, de Desarrollo Territorial y Urbano, y Josefa González Blanco, de Medio Ambiente, solo han estado una ocasión en el salón Tesorería, siendo los secretarios que menos participaron.
Para Álvaro Cueva, especialista en comunicación, las mañaneras del Presidente de la República se han convertido en una “nueva tradición” para el país y considera a López Obrador “un genio de la comunicación política”.
“¿Por qué un mexicano promedio buscaría ver en algún canal la mañanera completa? Por necesidad, necesidad de esperanza, de certeza. Diga lo que diga, lo cuestionen como lo cuestionen, da esperanza, alimento en términos emocionales, es más o menos como cuando vas a misa y ves al sacerdote, el solo hecho de verlo, ¡uf!, te aliviana”.