Siempre he sido incómoda, pero hoy que puedo ser activista de tiempo completo creo que soy también incómoda de tiempo completo”, dice, con humor, Laura Ballesteros, politóloga del Tec de Monterrey, ex subsecretaria de Planeación de la Secretaría de Movilidad de CdMx, ahora, suplente de la senadora Xóchitl Gálvez y activista por la movilidad y las mujeres.
Fue diputada plurinominal por el PAN en 2012, pero en 2015, tras 14 años de militancia, renunció al partido, a cuyos líderes pidió “dejar de maltratar a sus mujeres y romper con los vínculos perversos que imponen amigos como candidatos”.
Nació en Querétaro, pero es chilanga desde los cuatro años.
Su padre, Julio César Ballesteros del Olmo, ex presidente de la Academia Mexicana de Pediatría, era un médico del IMSS que en fin de semana daba consulta gratuita a los niños de su colonia; él es su inspiración para pensar que el poder se usa para servir a los demás.
Tuitera frecuente, su intensa actividad en la red la ha llevado a ser constante víctima de descalificaciones, que incluyen acoso, hostigamiento y usurpación de identidad.
¿Quién eres en tu vida privada?
Cuando una mujer joven que se dedica al oficio del poder se conjuntan dos fuerzas muy duras en contra: el poder, que es violento por sí solo, y una sociedad violenta contra las mujeres. Entonces, aunque no quieras, vas separando lo público de lo privado. En mi caso suelo ser una persona mucho más tímida, mucho más reservada, dedicada a mi familia. Mi mamá, mi papá, mi hermana, mi marido y Emilio (su hijo) somos muy unidos, nos vemos cuatro o cinco veces a la semana. Somo muégano, como buena familia mexicana.
¿Cuál es tu estrategia?
Tengo dos nombres. Soy Laura Iraís. Creo que una manera de desdoblar ese personaje es que mi “nombre artístico” es Laura y mi nombre privado, personal, familiar, es Iraís. Laura solamente es para el oficio público y de poder.
¿Cómo fue el primer contacto con el poder?
Fue un parteaguas en mi vida. Cuando tuve ese primer encuentro con el poder, que lo ejercí y lo ejercieron también en contra mía en la Asamblea Legislativa, me di cuenta de que para pocos el poder es sinónimo de servicio. Eso me motivó a demostrar que sí hay que tener vocación de servicio para ejercer el poder; me costó golpes muy duros y aprendizajes muy amargos.
¿Qué te hizo adoptar tu causa por la movilidad?
En 2012 María Elena Martínez, arquitecta, ex presidenta del Colegio de Arquitectos, me dijo: “Laura, ¿qué agendas vas a trabajar en el Congreso cuando seas diputada?”Respondí: “Estoy pensando en la agenda de niñez”. “Eso está muy bonito, pero necesitamos a alguien que trabaje la agenda de movilidad urbana”, me respondió. Y entonces le dije: “¿Qué es eso?” Es ahí donde entré a la agenda, conocí a los actores relevantes, uno de ellos es hoy mi esposo. ¿Cómo es posible que nadie hubiera trabajado eso? No solo la adopté, me casé con la agenda.
¿Te costó trabajo la transición de ser automovilista a ser activista pro ciclista-peatón?
No, no soy esta activista recalcitrante de que si no te subes a una bicicleta, no puedes siquiera participar en un debate, pero entiendo muy bien que el automovilista se ha pasado de gandalla en Ciudad de México. Yo fui estudiante muchos años, y como cualquiera en esta ciudad, me movía en Metro, en Tren Ligero; sé muy bien lo que es subirse a un microbús con ningún tipo de dignidad.
¿Cuándo aprendiste a andar en bicicleta?
Tenía cuatro años, me enseñó mi papá y cuenta muy bien la historia; la contó cuando me casé, decía que definía muy bien mi personalidad: “Yo la senté, le expliqué cinco minutos y esperaba una hora de ensayo y ella, a los cinco minutos, dijo ‘ya entendí, gracias, con permiso’ y agarró y se fue”. Ja-ja-ja.
¿Cómo te va en Twitter?
Pues como a todos... Tengo un caso abierto en la Procuraduría de Justicia de CdMx por hostigamiento, acoso, violencia digital y usurpación de identidad. Hace unas semanas le dio carpetazo, dice que no hay causa de ejercicio penal, cuando las pruebas son claras. Twitter ya cerró estas cuentas por haber comprobado que estaban violando sus políticas. Es demasiado sofisticado y organizado lo que está sucediendo en redes sociales con estos acosos: tienen cadencia, tienen financiamiento, tienen un patrón; esto quiere decir que está orquestado y hay que saber quién o quiénes están detrás y si es la autoridad, es un delito aún mayor, porque lo que están haciendo es tratando de acallar voces y eso me parece más grave que la violencia hacia una persona en concreto.
¿Qué te gusta comer?
Tacos. Soy la reina del taco, el taco al pastor me mata, pero de cualquier tipo, he de comer como seis tortillas diarias seguramente, todo es un taco para mí y además todo es una enchilada porque le echo kilos de salsa también.
¿Qué admiras de la gente?
Soy fan de la generosidad.
¿Qué repruebas?
A la gente que está acostumbrada a golpear, a destruir y a descomponer para beneficiarse.
¿Netflix?
¡Claro, soy hija de la televisión! ¡Mis padres fueron la televisión! Vengo de familia que trabaja, entonces mi mamá se fue al segundo mes de haber dado a luz a trabajar; en realidad, mis abuelas y la televisión me criaron.