El 9 de febrero del 2020, Ingrid Escamilla de 25 años fue víctima de feminicidio por parte de su pareja dentro de su domicilio en la Ciudad de México; el caso se volvió tema nacional, no solo por la brutalidad con la que Erick “n” atentó contra la vida de la joven sino porque las imágenes que se filtraron después de los hechos la re victimizaron.
La manera cómo se manejó el caso en redes sociales, así como en medios de comunicación quiénes difundieron sin censura las imágenes de la joven, generó indignación entre colectivas feministas y organizaciones civiles.
“En principio es el respeto a la víctima, a sus familiares, a sus personas cercanas y a la sociedad en general, imagínate se acaba de morir tu hermana, tu mejor amiga, tu maestra, tu esposa y a parte de todo lo que eso ya implica, de todo el dolor, de todo el impacto, de toda la frustración, ver su cuerpo exhibido como si fuera un circo es completamente revictimizante”, dijo en entrevista para Milenio Aida, integrante de la Red de Abogadas Violetas.
Incluso en su momento a manera de respuesta por estos hechos hubo mujeres que bajo el hastagh #FeminicidioIngridEscamilla compartieron fotos de flores, paisajes o incluso animales buscando así que se perdieran entre tantas las imágenes de Ingrid que habían sido vulneradas.
“Se puede destacar el que realmente las redes de mujeres salvan el cómo se unieron miles de mujeres subiendo imágenes de diferentes cosas para que el buscar el cuerpo de Ingrid no se encontrará el cómo todas las mujeres empezaron a compartir esas publicaciones”, dijo en entrevista para Milenio una integrante del colectivo Mujeres de la Sal.
Pero el caso de Ingrid hizo un parte aguas, ya que se creó la ley Ingrid que tipifica de manera autónoma las conductas que realicen las personas o servidores públicos que de manera indebida revelen o difundan, imágenes, videos o grabaciones, así como archivos o información de la carpeta de investigación.
Esta ley tiene como objetivo fortalecer la protección de los derechos de las víctimas y combatir la violencia de género mediática que en esa ocasión se dio a través de titulares amarillistas e imágenes nada censuradas de acuerdo con el Manual de coberturas con perspectiva de género de ONU Mujeres.
“Esta ley es necesaria para que ninguna persona pueda lucrar, pueda conseguir favores o se pueda favorecer de la manera que sea con el dolor y con lo que le paso a otra, con el dolor de los familiares y de la misma víctima, y muchísimo menos en un delito tan grave como el feminicidio que es la máxima expresión de la misoginia”, dijo Aida.
Actualmente la Ley Ingrid está vigente en los códigos penales de 3 estados, Colima desde junio del 2020, la Ciudad de México desde febrero del 2021 y Oaxaca desde marzo del 2021.
A dos años del caso el feminicida aún no ha sido sentenciado, pero ante la crueldad de los hechos las colectivas afirman que este caso sentó un precedente para proteger a las víctimas de feminicidio y a sus familias.
“Lo de Ingrid fue un crimen atroz, la máxima expresión de violencia, lo único para lo que sirvieron esas imágenes fue para darnos una idea del nivel tan grave de violencia en nuestro país y también para que los medios sepan que deben informar con perspectiva de género, de una manera respetuosa, diciendo siempre la verdad, ya que son excelentes aliados para prevenir y para informar”, precisó Aida.
KGE