El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados revivió la Ley Quemón para crear un Registro Nacional de Agresores Sexuales y Deudores Alimentarios, a fin de generar conciencia pública sobre el impacto de los delitos sexuales y el abandono de las familias por irresponsabilidad.
Al presentar la iniciativa en tribuna, la legisladora priista Paloma Sánchez subrayó que al menos 34 millones de mujeres mexicanas han padecido actos de violencia de género física, sexual, psicológica o patrimonial, y de ellas, hasta seis millones han visto a sus agresores quedar impunes, sin castigo y dispuestos a seguir con su dinámica violenta.
La diputada por el estado de Sinaloa urgió a la 65 Legislatura de la Cámara de Diputados a retomar la propuesta, tras señalar que tan sólo en lo que va de este año suman ya un millón 500 mil los delitos relacionados con la violencia de género.
Sánchez agrego que seis de cada diez niños son víctimas de maltrato físico o psicológico en sus familias, mientras 70 por ciento de las madres solteras no reciben pensión alimenticia de los padres de sus hijas e hijos.
“El PRI busca que México cuente con un registro claro y actualizable de quienes sean juzgados por un delito de naturaleza sexual, así como con uno de deudores alimentarios, para hacer pública la irresponsabilidad de quienes no pagan pensiones alimenticias a sus hijos”, puntualizó.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la diputada denunció que ambos problemas están completamente normalizados en la sociedad, pero no pueden permitirse.
Según dijo, la violencia permanece gracias a que la desigualdad de género es pensada como algo natural, por lo que exhortó a los integrantes de la 65 Legislatura a unirse a su propuesta, “para darle eco a las voces de las mujeres mexicanas, que piden justicia ante sus agresores”.
Llamo a no solo alzar la voz, sino gritar por las que ya no están, por las desaparecidas y por las que viven con miedo en sus hogares, porque “no podemos permitirnos fallarles, para que, en el futuro, las hijas de este México no tengan que luchar por su vida, sino sólo por realizar sus sueños”.
JLMR