“Los niños ya no vienen a las estancias desde que sus padres reciben el dinero”

Historia

Con un promedio de 10 años de experiencia, administradoras y especialistas de estancias infantiles en Chihuahua, coinciden en que la entrega directa de recursos a los padres de familia no es el mejor modelo para el programa.

Aseguran que los señalamientos de corrupción les afectaron. (José Antonio Belmont)
José Antonio Belmont
Chihuahua /

A los padres de familia de Chihuahua ya no les alcanza para pagar una estancia infantil.

Las medidas de austeridad republicana del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se los ha complicado.

Aunque no parecen mucho los 300 pesos que, cada dos meses, les quitaron, la mayoría de los padres son obreros, o maquilas, como los llaman en esta región, y por tanto su salario es limitado.

En la ciudad de Delicias, por ejemplo, una estancia infantil ubicada en una colonia de escasos recursos, cobra, en promedio, mil 500 pesos mensuales por niño; el precio es mayor para las que se encuentran en el centro.

Hasta 2018, los padres de familia contaban con que el gobierno federal les entregara 950 pesos cada mes a estas guarderías.

Además, desde 2010 ese municipio también entrega una ayuda de 400 pesos mensuales para el mismo propósito.

Con la suma de los apoyos, los padres de familia solo tenían que dar a las estancias 150 o 200 pesos, cuando mucho, al mes, y, que en algunos casos, completaban en pagos semanales.

Ahora, todo es diferente, y no solo por el recorte de recursos. El cambio en las reglas de operación también ha afectado este programa: antes, las estancias recibían los recursos, López Obrador decidió entregarlos directamente a los padres.

Con un promedio de 10 años de experiencia, administradoras y especialistas de estancias infantiles en Chihuahua, coinciden en que la entrega directa de recursos a los padres de familia no es el mejor modelo para el programa.

No hay un adecuado uso de este recurso, no lo utilizan para el cuidado de los niños; los padres de familia se lo gastan en otras cosas”, consideró Priscila Castillo, administradora de la estancia “Mis primeros pasos”.

“Organizábamos ese dinero para pagar renta, luz, agua, teléfono, salarios, prestaciones de las asistentes, alimentos y todo lo que se nos pedía para poder operar”, explicó Otilia Rodríguez, administradora de “Mundo de Caramelo”.

Aseguran que con los cambios en las reglas del programa el número de menores que acuden a las estancias ha ido a la baja.

Los niños asistían normalmente, pero en cuanto los papás recibieron el dinero, los niños dejaron de asistir porque tomaron ese recurso para ellos”, abundó Titi, como la conocen en la estancia que dirige en la colonia Flamingos, una de las tantas de escasos recursos que hay en Delicias.

“Yo tuve una baja considerable desde que esto sucedió: 35, 40 por ciento de mis niños se fueron porque el padre de familia te dice que no tiene ya para pagar”, afirmó Castillo.

Las administradoras de estas estancias infantiles aseguran que también les afectaron los señalamientos de corrupción que hizo el presidente López Obrador contra este programa que surgió con el PAN.

“Al estarlo oyendo tenía un niño en brazos y me pudo mucho porque dije: ‘¿cómo puede hablar así una persona que en realidad no conoce esto, no nos conoce’.

“El Presidente ni se imagina la magnitud de esto, lo que hemos hecho por todas las mamás, por los niños, por el cariño, por decirle a una madre: ‘vete tranquila, aquí estoy yo y te voy a ayudar’”, enfatizó Verónica Chavarría, administradora de la estancia infantil “Migus”.

Las administradoras recibieron la noticia de que el gobierno de Chihuahua las apoyará con un recurso para mejorar la infraestructura de sus estancias; dependiendo la extensión del inmueble será la entrega.

La “Migus”, de unos 80 metros cuadrados, recibirá aproximadamente 12 mil pesos. “Que venga el Presidente, que nos conozca, no tenemos palacios, pero sí mucho amor”, exclamó Chavarría.


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