La magistrada Janine Otálora propuso al Tribunal Electoral confirmar que el presidente Andrés Manuel López Obrador cometió violencia política de género en contra de Xóchitl Gálvez en tres mañaneras de 2023, pero revocar la sentencia previa en cuatro más porque considera que no buscaba afectarla por su condición de mejor.
De manera inusual, la magistrada hizo público el proyecto que circuló esta tarde a sus pares de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el que atiende la impugnación del presidente Andrés Manuel López Obrador, en contra de una sentencia de la Sala Regional Especializada que acreditó violencia política de género en siete conferencias mañaneras de julio y agosto del año pasado.
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La magistrada propone confirmar que sí hubo violencia política de género en tres mañaneras, pero por distintas razones a las analizadas en primera instancia.
La Sala Especializada sostuvo que hubo violencia simbólica, porque el 11 de julio, el 7 y 18 de agosto el Presidente buscó comparar a la entonces senadora y aspirante presidencial, con “un títere” de un grupo de hombres que la controlan y “para concluir que Xóchitl Gálvez es una persona que está sujeta a la manipulación o manejo de otras personas, o que guarda dependencia de ellas, lo que constituye violencia simbólica”.
Otálora Malassis considera que sólo unas frases de estas mañaneras sí son violencia política de género, pero no por las palabras “títere y pelele” sino por decir que Xóchitl Gálvez “es (Vicente) Fox, es (Carlos) Salinas, es Claudio X. González, es Roberto Hernández”, con lo que intentó invisibilizar su trayectoria y autonomía.
El Presidente alegó que al decir que “son peleles, son títeres, empleados de la oligarquía” lo hizo en plural, por lo que no se refería a Xóchitl Gálvez, en lo que el proyecto le da la razón.
“Ciertamente las expresiones pelele, títere, empleado de la oligarquía, el Presidente de la República no las dirigió específica y directamente a la quejosa sino a varias personas que, según él, ‘llegan así, los imponen y entran atados de pies y manos”.
“Es decir, expresó lo que desde su punto de vista constituye la forma en que cierto grupo determina quiénes gobiernan, aduciendo que ocurre con varias personas, Por esta razón, deben revocarse las consideraciones de la responsable respecto de esos dichos”.
Pero consideró que está acreditado que sí buscó negar su trayectoria y méritos políticos al reducirla “a ser” lo que hombres de la política deciden, por lo que no le da la razón a López Obrador y propone confirmar que fue violencia política de género.
“Tampoco tiene razón cuando aduce que las manifestaciones no refieren condiciones de género o vulnerabilidad de la denunciante sino una postura política respecto al desarrollo de un proceso interno de selección de un cargo partidista, la cual, contó con el apoyo de un grupo de personas y se enmarca en el debate político; ni cuando señalan que no están vinculadas con su carácter de mujer ni la describen en una circunstancia de obediencia o subordinación por esa condición.
“En efecto, las expresiones tienen un elemento de género porque, en el caso, hay un impacto diferenciado en el hecho de que se dirijan a una mujer y la descalificación venga de señalar que ella en realidad “es (Vicente) Fox, es (Carlos) Salinas, es Claudio X. González, es Roberto Hernández”.
En contraste, la magistrada Otálora propone revocar la sentencia por violencia política de género en las mañaneras del 3, 5 y 10 de julio, así como en la del 3 de agosto.
En estas conferencias, se denunciaron frases como “Xóchitl (Gálvez) fue seleccionada por un grupo que es el que verdaderamente manda”; “suponen que por ser una mujer nacida en un pueblo va a tener el apoyo del pueblo”; “están inflando a Xóchitl (Gálvez) y eso es querer engañar”; “la escogieron porque piensan que van a engañar con una mujer que nace en un pueblo, que habla de manera coloquial, directa, que dice groserías, pero la gente no se va a dejar engañar”.
La magistrada sostiene que estas manifestaciones de López Obrador “no implican denostación alguna para la actora ya que refieren las impresiones del presidente de la República respecto de un proceso interno de elección de una candidatura, no constituyen VPG porque no se observa una afectación a los derechos de la quejosa ni tampoco que exista el elemento de género”.
El proyecto se votará en la sesión de la próxima semana de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de aprobarse, de manera definitiva e inatacable, sería la primera vez que se acredite violencia política de género ejercida desde el titular del Ejecutivo federal.
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