La presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, afirmó que, con un debate amplio y plural, el órgano legislativo ha reafirmado el respeto a la división de poderes y a los contrapesos de los mismos, además de la defensa de los organismos autónomos.
“Con una discusión plural y equilibrada, la Cámara de Diputados, como caja de resonancia de la sociedad mexicana, puso sobre la mesa los grandes problemas nacionales. Con la representación se siguió reafirmando nuestro republicanismo, el respeto a la división de poderes y a los contrapesos de los mismos, además de la defensa a las instituciones autónomas”, puntualizó.
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Al hacer un balance del periodo ordinario de sesiones por terminar, la legisladora del PRI sostuvo que el desempeño de los diputados se ha distinguido por intensos debates, importantes acuerdos e incluso disensos, que han enriquecido el proceso, ya que representan la diversidad política, ideológica, social, étnica, religiosa, económica y productiva de nuestro país.
Remarcó que en el recinto parlamentario se escuchó la voz de la República, de la pluralidad y la diversidad, imperó el diálogo y los argumentos, para concretar la construcción de leyes, siempre con las personas en el centro del debate.
“El segundo periodo ordinario del tercer año legislativo de la 65 Legislatura se distinguirá por el compromiso que todos los grupos parlamentarios mostraron para sostener un debate amplio, exhaustivo, muchos de ellos ásperos, pero prevaleció la pluralidad y diversidad de ideas y principios, siempre con responsabilidad, con la mira puesta en hacer leyes robustas que den respuestas a la sociedad en temas sociales, económicos, políticos y culturales”, dijo.
Guerra señaló que los grupos parlamentarios coincidieron en que “no hay circunstancia por encima del bienestar de las y los mexicanos; ese es el compromiso que como representantes populares asumimos al llegar al Palacio Legislativo de San Lázaro”.
Indicó que el trabajo en la Cámara de Diputados ha permitido instrumentar políticas públicas para coadyuvar a la generación de un desarrollo justo, con soluciones definitivas para atender los asuntos públicos que inquietan a la sociedad y propiciar nuestra convivencia pacífica con la solución de los principales problemas del país.
LP