La Secretaría de Marina aceptó las medidas cautelares de protección que le hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos relacionada con la presunta desaparición forzada de 36 personas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, ocurridas entre febrero y mayo del presente año.
Por su parte, el Representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, emitió al secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, algunos señalamientos en el sentido de tener documentados diversos casos de posibles violaciones a derechos humanos, presuntamente cometidos por personal naval.
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La dependencia castrense señaló las acciones que ha llevado a cabo en este sentido:
“Los días 11 y 26 de mayo del 2018 se comunicó a la CNDH, la aceptación de las medidas cautelares dictadas, procediendo a instruirse al personal naval adscrito a la Primera Región Naval y a la Unidad de Operaciones Especiales, así como de cualquier otra unidad operativa que desarrolle operaciones en el estado de Tamaulipas, que se deberá dar cabal cumplimiento a las medidas cautelares, así mismo se supervisó se diera estricto cumplimiento a través de los mandos navales, quienes informan periódicamente la ejecución puntual de dichas acciones”.
La Semar mencionó que en mayo del presente año se dio vista al Órgano Interno de Control en la Secretaría de Marina, de los sucesos en materia de las quejas que inició la CNDH y de los señalamientos del representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, para que, de ser el caso, se inicie el procedimiento administrativo contra los servidores públicos involucrados.
“ También desde el mes de mayo pasado, se dio vista de esos hechos, los cuales pudieran ser constitutivos de delito, a la Fiscalía General de Justicia Militar a fin de que en el ámbito de sus atribuciones y facultades se les inicie el proceso respectivo.
“Se comunicó a la Procuraduría General de la República la disposición de esta institución para colaborar en la integración de las indagatorias que se practican con motivo de las desapariciones denunciadas, reiterándole el interés de esta dependencia del Ejecutivo Federal en que las mismas se determinen lo más pronto posible”.
La Semar enfatizó que para la práctica de diversas diligencias, se autorizó el ingreso a las diferentes Bases de Operaciones establecidas en Nuevo Laredo, a personal de la PGR y de la CNDH, quienes fueron acompañados de familiares de presuntos desaparecidos.
Recordó que el secretario de Marina ordenó que a partir del 1 de junio del año en curso, se concentrara en la Ciudad de México a 257 elementos (3 Capitanes, 24 Oficiales y 230 Clases y Marinería), los cuales se encontraban desarrollando operaciones en Nuevo Laredo, Tamaulipas, destacamentados en las Bases de Operaciones de Nuevo Laredo, Nuevo Laredo Norte y Colombia, incluyendo todos aquellos que realizaron operaciones en citada plaza o estuvieron destacamentados en las Bases de Operaciones mencionadas en lo que va del presente año.
Dicho personal se encuentra actualmente a disposición de las autoridades administrativas, ministeriales y de la CNDH, en tanto se determina la probable responsabilidad del personal.
Señaló que la dependencia continúa con la capacitación en materia de Derechos Humanos; durante el presente año se han impartido diferentes cursos y talleres a más de 11 mil elementos de la Armada de México.
“Existe plena disposición por parte de esta Institución para contribuir al esclarecimiento de los hechos, en tanto se determina la resolución definitiva de culpabilidad o inocencia por las autoridades encargadas de impartir justicia en México”, finalizó la Marina.
La PGR ha practicado alrededor de 150 diligencias en cada uno de los expedientes que se iniciaron por la desaparición de 36 personas.
El Ministerio Público Federal tiene indicios en el sentido de que Juan Gerardo Treviño Sánchez, El Huevo, líder de Los Zetas o cártel del Noreste, está detrás de las desapariciones, que se presume cometieron células delictivas que utilizan indumentaria similar al de la Secretaría de Marina y que se dedican a “tareas de limpieza”, es decir, a desaparecer personas.