La dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) celebró la detención del presunto líder del cártel de Santa Rosa de Lima, El Marro, en Guanajuato, y esto demuestra que ningún criminal es más fuerte cuando se logra la coordinación del gobierno federal y estatal.
Ángel Ávila, dirigente nacional del PRD, confió en que su captura contribuya a la pacificación de Guanajuato, al tiempo de expresar su reconocimiento a las Fuerzas Armadas y al gobernador Diego Sinhue Rodríguez por el trabajo conjunto.
"Ojalá que la detención de "El Marro" ayude a pacificar Guanajuato y se entienda que solo con coordinación puede haber resultados".
Sin embargo, consideró que es evidente la falta de estrategia del gobierno federal en materia de seguridad y combate al crimen organizado, cuya operación ha rebasado a las autoridades de seguridad pública y procuración de justicia.
Recordó lo que sucedió con Ovidio Guzmán, donde se demostró que el crimen organizado y los cárteles tienen mayor fuerza que el propio gobierno, dejando al descubierto la incapacidad de las fuerzas policiales, la falta de táctica y estrategia, así como el nulo liderazgo del secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.
Por otro parte, Ávila Romero mencionó que contrario a que se haga justicia en diversos actos de corrupción e impunidad, Emilio Lozoya Austin, “un delincuente de cuello blanco está tranquilo en su mansión gozando de privilegios y del pacto de impunidad que el gobierno de López Obrador le otorgó".
Opinó que su detención se realizó para distraer a la opinión pública de los prácticamente nulos resultados en el combate a la corrupción, en materia de salud, de seguridad, crecimiento económico, generación de empleo e índices de pobreza.
“Ya lo dijo el Presidente de la República que Lozoya va a revelar nombres, pero son los nombres de sus adversarios políticos, porque hoy el descontento de la población es exponencial; incluso entre los que votaron por la mal llamada Cuarta Transformación. El hartazgo es evidente, se sienten decepcionados y traicionados por el gobierno”.
Es por ello, dijo, que el mandatario federal optó por la “estigmatización y el escarnio público, en lugar de esperar un juicio que respete el debido proceso de todos los implicados y que realmente dé justicia".
Finalmente, insistió que el caso de Emilio Lozoya es un montaje y un circo mediático gestado desde Palacio Nacional para el beneficio del presidente y de su propio partido.
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