Al advertir que las masacres y la violencia en México evidencian el fracaso de la estrategia anticrimen y el abandono institucional de las policías municipales, la bancada de Movimiento Ciudadano en el Senado de la República presentó una iniciativa de reforma al artículo 21 constitucional para homologar el salario y la profesionalización de las instituciones de seguridad de los tres órdenes de gobierno.
El coordinador de los senadores emecistas, Clemente Castañeda, subrayó que el ingreso promedio de los 225 mil elementos adscritos a las policías estatales de apenas dos salarios mínimos o 10 mil pesos al mes, a pesar de que la mayoría tiene una jornada laboral de 49 horas o más.
Señaló que hoy las diferencias son preocupantes, pues, por ejemplo, el salario promedio de un policía en Baja California es de 14 mil pesos, pero el de uno de Oaxaca es de menos de seis mil pesos.
Adicionalmente, 651 municipios ni siquiera tienen policía, en más de 200 tienen en promedio 1.3 policías por cada mil habitantes y en mil 350 municipios la tasa es de 0.69 policías por cada mil habitantes, muy lejos del estándar mínimo internacional de 1.8.
“Y no podemos ignorar que 86.4 por ciento de los elementos con funciones operativas dijo haber obtenido por cuenta propia al menos un accesorio o material de apoyo o protección”, remarcó el legislador.
Castañeda urgió por ello a homologar los mecanismos de evaluación, capacitación y profesionalización de los integrantes de las instituciones de seguridad pública, así como las remuneraciones para dignificar la función policial.
De acuerdo con la propuesta de reforma al artículo 21 de la Constitución Política, el Consejo Nacional de Seguridad Pública emitiría los criterios para la homologación en la selección, ingreso, formación, capacitación y profesionalización, permanencia, evaluación, remuneración, reconocimiento, certificación y especialización de los integrantes de las instituciones de seguridad pública.
“La crisis de violencia que vive el país ha alcanzado niveles críticos que exigen decisiones firmes y contundentes. La estrategia de seguridad de este gobierno, que no ha sido más que la continuidad de una política fallida, hoy ha demostrado su fracaso, y hay que modificarla de inmediato”, remarcó el líder parlamentario de la bancada naranja.
Sostuvo que modificar la estrategia de seguridad pasa por fortalecer las capacidades de las instituciones de seguridad pública para combatir el problema de la inseguridad y agregó que el Senado tiene la responsabilidad de garantizar que los policías cuenten con las mismas capacidades, conocimientos y habilidades.
LG