México, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Panamá y Perú, a través de sus embajadas en Francia, rechazaron conjuntamente la realización de la subasta Colección Evrard de Rouvre y Van den Broek d'Obrenan, organizada por la casa ADER y que se llevará a cabo hoy en París. Ésta tiene entre su catálogo piezas precolombinas atribuidas a culturas originarias de los seis países latinoamericanos.
"Objetamos, asimismo, en los términos más enérgicos, la venta de objetos precolombinos y lanzamos un llamado público para detener estas transacciones", expresaron las seis embajadas en un comunicado difundido este viernes horas antes de la subasta.
Además, deploraron que se mantengan prácticas de comercio ilícito de bienes culturales que socavan el patrimonio, la historia y la identidad de los pueblos originarios y reiteraron que, en su opinión, las subastas "fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional".
Los países latinoamericanos insistieron en que este tipo de subastas atentan contra la arqueología moderna, al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre antiguas civilizaciones.
Además de privar a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares.
"Menoscaban la cooperación entre los Estados para la protección y conservación del patrimonio cultural. Socavan la integridad de las culturas y, por ende, de toda la Humanidad. Dan pie a un mercado de falsificaciones", abundaron al respecto.
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Se dijeron comprometidos con una diplomacia activa, en defensa de los patrimonios culturales e históricos por la vía jurídica, en lo bilateral con el gobierno francés, y en lo multilateral, principalmente vía la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Detallaron que, en el caso de Francia, donde se realiza está subasta en particular, el marco jurídico que regula las ventas y subastas de los bienes culturales establece que la restitución de las piezas depende de la voluntad del poseedor privado, lo que en su opinión limita sensiblemente el marco de acción.
"No obstante, reafirmamos nuestra disposición a colaborar hacia medidas concretas para la protección de nuestro patrimonio cultural prehispánico, los bienes culturales del periodo colonial y el combate al tráfico ilícito de estas piezas", explicaron.
Finalmente, sostuvieron que mantienen el firme propósito de promover acciones para detener la comercialización de bienes que pertenecen a cada uno de los seis países firmantes y de realizar acciones de sensibilización para que se reconozca que este tipo de piezas forman parte del patrimonio histórico de toda la humanidad.
"Invocamos a todas las personas que poseen bienes culturales de nuestros países a regresarlos a su lugar de origen y continúen siendo estudiados en su contexto como elementos de la memoria viva de los pueblos de nuestros países latinoamericanos", dijeron en ese sentido.
EABZ