Personas en todo el mundo se preparaban ayer para unas celebraciones de Año Nuevo drásticamente limitadas por la propagación fulgurante del covid-19, que en la semana del 23 al 29 de diciembre sobrepasó el hito simbólico del millón de contagios diarios.
En los últimos siete días se detectaron de media 1 millón 45 mil infecciones diarias, 46 por ciento más que la semana anterior, según un recuento de ayer establecido a partir de balances oficiales.
El coronavirus, detectado hace dos años y declarado pandemia mundial en marzo de 2020, ya ha matado a más de 5.4 millones de personas, desencadenado crisis económicas y obligando a las sociedades a vivir entre confinamientos intermitentes.
Hasta ahora, la explosión de casos no se ha traducido en un aumento del número de muertos.
Pero la variante ómicron, si bien se considera que provoca síntomas más leves que las anteriores, ha elevado la infección a niveles récord.
De México a Grecia y de Francia a Brasil, el fuerte repunte está obligando a los gobiernos a reimponer restricciones y, en algunos casos, a anular las celebraciones de Nochevieja.
El papa Francisco, por ejemplo, canceló su tradicional visita de Nochevieja al pesebre en la Plaza San Pedro por la preocupación de que se propague el coronavirus entre la multitud congregada, informó el Vaticano.