La empresa Sac-Tun, que explota una mina de materiales pétreos para la construcción en la selva de Playa del Carmen, mantiene sus operaciones de extracción y envío marítimo, a pesar de que la concesión federal para la exportación ya se le venció, como lo informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Escarban, dejan los socavones y se llevan el material, pero se les venció el plazo, tanto de la mina para extraer como para el uso del puerto en donde sacan”, dijo el mandatario en su conferencia mañanera del lunes.
El martes insistió: “Ya no se puede tener un banco ahí; es más, ya se les acabó el permiso, ya no tienen la superficie”.
“Pues resulta que le dieron a esa empresa dos concesiones hace tiempo, 20 años, para extraer y llevarse el material a Estados Unidos por barco (...) entregaron el permiso el día 30 de noviembre de 2000, un día antes de que entrara el nuevo gobierno, o sea, estaba Zedillo”, destacó el lunes.
MILENIO pudo comprobar que las operaciones en la mina continúan con la entrada y salida continua de tractocamiones cargados de material, como cal y arena, muchos de los cuales descargan su contenido en el muelle que se ubica justo enfrente de la empresa, al que se llega solamente cruzando la Carretera Federal 307.
En el muelle se acumulan montañas del material extraído de la mina para ser transportados hacia el interior de un barco de carga que espera para zarpar en la orilla del mar.
Esta mina, de 400 hectáreas, está ubicada aproximadamente a un kilómetro del Mar Caribe y ha extraído tal cantidad de material pétreo, que ya acabó con el suelo a tal grado de que el acuífero brotó y ahora inunda gran parte del terreno de la mina con agua de color azul turquesa.
Pese a la inundación, los trascabos de la compañía continúan excavando en las franjas de suelo que aún no se han agotado y que están rodeadas de agua.
Sac-Tun, antes llamada Calizas Industriales del Carmen (Calica), es una empresa filial de la firma estadunidense Vulcan Materials Company, que llegó a México en 1987 en sociedad con Grupo ICA.
Recurren a tribunal
La negativa del actual gobierno federal para renovarle la concesión a esta minera para seguir explotando el suelo de Quintana Roo ocasionó que la compañía demandara a México en un tribunal internacional para exigirle una indemnización de mil 500 millones de dólares.
Ante la demanda, el presidente López Obrador busca llegar a un acuerdo con la empresa para que se desista de la compensación. De complicarse el entendimiento, dijo que puede recurrir a la Organización de las Naciones Unidas.
“Y no es amenaza ni advertencia, es sencillamente: ya se acabó la impunidad. Y yo estoy seguro de que los accionistas principales no saben de esta tragedia, estamos hablando de la destrucción de 500 hectáreas”, dijo el mandatario en su conferencia matutina del martes.
Como parte del acuerdo del gobierno mexicano se encuentra la posibilidad de que ese terreno, ya inundado por el agua que brotó del subsuelo, se convierta en un balneario que aproveche lo que ahora hay, que él llama albercas de color azul turquesa.
“Aún con el daño que se causó es tan bella la zona y el agua turquesa que sale del banco donde han extraído el material, que podrían hacer como albercas… Ya no se puede tener un banco ahí; es más, ya se les acabó el permiso, ya no tienen la superficie”, añadió.
Manifestó: “Además, la actividad económica principal es el turismo. Ya hablamos de cuánto ha dado el turismo de esta región, que hay que cuidar esta actividad y el medio ambiente”.
Con información de: Sandra Rojas
ledz