El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, se pronunció por reducir las comisiones que los bancos cobran a los usuarios y que tan solo entre enero y agosto de este año representaron 170 mil millones de pesos de ingresos para las instituciones financieras.
Sostuvo que los bancos que operan en México mantienen un gran negocio reflejado en sus ganancias, por lo que urgió a proteger a los usuarios de los servicios financieros.
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En su programa semanal Con peras, manzanas y naranjas, en redes sociales, el legislador aseguró que los bancos beneficiarios del IPAB-Fobaproa son los mismos con grandes ganancias, por la cual “cuidan su chequera y no van a hacer nada que vaya en contra de sus intereses”.
“Entonces, ¿qué pasa? Que al cliente le cobran comisión por abrir la cuenta, por cuidar su dinero, por decirle cuánto tiene, por hacer una transferencia a otro banco, por usar su tarjeta o por pagar en algún lugar. Yo le recomendaría a usted que es obrero que le paguen en efectivo, ya después decidirá si lo mete al banco o abajo de la cama”, remarcó.
Moreira señaló que, al transferir el dinero, el banco tiene el control de la nómina y ya no tiene que ir a la empresa a pagar, pues los empleados tienen su salario en la institución financiera que les cobra por guardarlo y, si tienen poquito, les empieza a aplicar una comisión.
“Nos están engañando con eso de que la tarjeta de débito es a toda madre. Sí, a toda madre para los banqueros”, puntualizó.
En su turno, el economista Mario Di Constanzo coincidió con el líder parlamentario del PRI en que los bancos ganan tres veces más por comisiones que por la actividad de captar y prestar recursos como intermediarios financieros.
Simplemente, este año estiman cerrar con utilidades de 250 mil millones de pesos, un cuarto de billón, cifra histórica en comparación con los 231 mil millones de pesos del año pasado, dijo.
Precisó que dicho margen de ganancia es porque los bancos extranjeros cobran más por comisiones en México, lo cual se refleja en sus ingresos totales de entre 35 y 37 por ciento, mientras que en países de Europa apenas están entre 18 y 19 por ciento.
LP