En menos de un mes el Ejército rescató de los escombros un inmueble abandonado hace más de 10 años para convertirlo en un hospital que atenderá a pacientes contagiados de covid-19.
Se trata del hospital Doctor Carlos Calero, ubicado en Cuernavaca, que fue la unidad médica referente del ISSSTE en la capital morelense por más de 40 años. En 2010 fue reubicado en el municipio vecino de Emiliano Zapata y desde entonces el edificio quedó en el abandono.
Debido a la emergencia sanitaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador encargó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) “revivir” el hospital y ahora es una de las 118 unidades médicas al mando del Ejército.
Primero se hizo una revisión estructural al edificio, pues aunado a los 50 años de vida de sus cimientos, el sismo de septiembre de 2017 lo dañó. El 9 de abril iniciaron los trabajos, recordó el mayor ingeniero constructor, Francisco Díaz González, encargado de la obra.
Hace una semana, el 6 de mayo, concluyó la reestructuración y adecuación en primero y segundo niveles, los cuales ya cuentan con 30 camas de terapia intensiva y 40 más de hospitalización, respectivamente.
Estos trabajos representaron 85 por ciento de avance de la obra; ahora el personal militar y civil que labora en este hospital se concentra en la planta baja y en los niveles tercero y cuarto.
Pero si la pandemia así lo requiere, aseguró Díaz González, hoy mismo ya se puede recibir a pacientes en los dos primeros pisos y funcionar como un hospital de segundo nivel. Los trabajos, en los que participaron hasta 500 personas, fueron a marchas forzadas para poder rehabilitarlo.
“Tenemos una hora de entrada, pero no siempre tenemos una de salida. El principal marcador de tiempo es la urgencia para atender esta pandemia y nuestro compromiso era construir la obra en el menor tiempo posible”, explicó el mayor ingeniero constructor respecto a sus jornadas de trabajo.
Tan solo en la obra civil, la inversión fue de 53 millones de pesos. “La intención no es para sacarse la foto, sino para un compromiso social”, enfatizó el encargado de la obra durante un recorrido para supervisar los últimos detalles.
Por su parte, el teniente coronel Hugo Peraza Castro, asesor técnico de las obras en este hospital, calculó que en una semana esta unidad médica ya estará en funcionamiento.
“Estamos a marchas forzadas, en poco tiempo se ha visto un avance sustancial: de ser un edificio abandonado, ahora es un hospital de segundo nivel. Vamos a hacer todo lo posible para que en ese lapso ya podamos brindar la atención a toda la gente que sufre en esta grave pandemia”, expuso.
El también cirujano puntualizó que en el hospital Doctor Carlos Calero habrá personal médico, tanto civil como militar: 26 médicos generales y siete especialistas, y 40 enfermeras, 30 generales y 10 especialistas.
El personal médico civil corresponderá a quienes fueron contratados por seis meses por el Ejército como parte de la convocatoria por la emergencia sanitaria. Aunque dicen sentirse orgullosos de poder colaborar para combatir la pandemia, también reconocen el riesgo.
“Se puede llegar a tener la sensación de que podemos ser portadores (del virus) y transmitirlo a la familia, que creo es el mayor temor de todos los trabajadores de la salud”, aseveró Francisco Flores, doctor especialista en urgencias médicas.
Por ello el personal este hospital solo pide contar con el equipo necesario para atender a los enfermos. “Esperemos que se nos siga proporcionando como hasta ahora”, confió Flores.
Y es que la demanda de trabajadores de la salud ha sido tal, que la Sedena tuvo que incrementar 20 por ciento la contratación para poder cubrir todos los hospitales; a la fecha, la principal necesidad siguen siendo médicos especialistas.
ledz