Hace cinco años, Marlen Rosales Badillo se encontraba viviendo con su familia en Pachuca, Hidalgo, cuando aparecieron bultos en su estomago, cuello e ingle, lo que derivó que comenzara su búsqueda por atención médica en la capital metropolitana. Al llegar al Hospital Juárez de México le diagnosticaron Linfoma de Hodgkin Esclerosis nodular estadio 3b.
En 2020, tras tres años de tratamiento en el hospital, inició el protocolo para trasplante de medula ósea pero sufrió una recaída grave con fiebre, neumonía, falta de movilización, y perdida de vista que provocó su re hospitalización, impidiendo ser parte de la cirugía para salvar su vida.
“El hematólogo dijo que no podía hacer nada y me recomendó que me regresara a Hidalgo a pasar el tiempo que me quedaba”, contó a MILENIO.
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En Pachuca, optó por pasar el resto de sus días con su pareja, pero antes de que su vida terminara recibió una noticia: “Salí embarazada. Me vuelvo a contactar con el hematólogo del Hospital Juárez y me dijo que si con un cáncer no podían hacer nada, mucho menos con un embarazo. Que no era favorable porque el bebé podría salir malo o deforme”.
Marlen fue transferida al Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca donde el hematólogo Álvaro Cabrera le dio esperanzas de vida para ella, y su bebé, siempre y cuando cumpliera al pie de la letra el tratamiento médico.
“Me dijo que no me preocupara, que le echara ganas y que todo iba a salir bien. La otra opción favorable era el aborto. Le dije que no, que tenía miedo pero sí me lanzaba con mi bebe. Al paso de mi gestación, mis estudios y ultrasonido salieron bien”.
El embarazo marchaba con éxito pero los gastos en transporte debilitaban a la familia Rosales Badillo, por lo que acudieron a la Fundación PADMA, para incorporarla al programa de Estancia Temporal y dar hospedaje a Marlen. Más tarde, también recibió apoyo con medicamentos y estudios especializados de tratamiento.
“Valery nació bien, no tuvo ningún problema, y para los meses que tiene puedo decir que es una niña muy inteligente. Voy a cumplir seis años con el cáncer, y llevo una vida normal. Sé que voy a recibir una quimio y no me alteró, supe manejar mi pensamiento con lo que me pasa”, narró.
De acuerdo a la fundadora de PADMA, Valeria Benavidades, desde 2019 se han apoyado a 50 pacientes embarazadas con diagnósticos de cáncer, de las cuales el 80 por ciento logró tener con éxito a su sus bebes. Lo que permite atender tres problemas de salud en México: cáncer, muerte materna y embarazo infantil adolescente.
¿Cómo ser beneficiario de la asociación?
Para ser beneficiaria de la Fundación, es necesario inscribirse en fundacionpadma.org, donde en coordinación con el nosocomio de Ixtapaluca realizan estudios socioeconómicos para cada caso de mujeres embarazadas, con cáncer y poder se parte de algún programa de apoyo a traslados, medicamentos, estudios especializados de diagnostico y tratamiento; o de estancia temporal. El único requisito, es el compromiso a terminar el tratamiento.
Para este diez de mayo, PADMA espera recibir a mujeres que necesiten de su apoyo y salvar dos vidas en cada caso “y que a pesar que están enfrentando el reto más grande que es sobrevivir, tienen las oportunidades para lograrlo y cumplir con ese sueño de ser mamás”.
FS