Los servicios de parto en clínicas y hospitales privados se han encarecido en los últimos meses por la obligatoriedad de las pruebas de covid-19, pese a que los test son ofrecidos en estos nosocomios a menores costos que en laboratorios externos.
Aunque los hospitales dan la posibilidad de realizar estas pruebas en otros lugares, la realidad es que las condicionantes que ponen prácticamente orillan a que los pacientes opten por pagar al mismo centro médico por este procedimiento.
MILENIO Monterrey realizó un sondeo en hospitales y clínicas privadas del área metropolitana, en el que se pudo constatar la situación y los costos que tienen que pagar las mujeres embarazadas a punto de dar a luz.
En el hospital Ginequito, ubicado en la colonia Obispado, el costo de un parto natural es de 19 mil 315 pesos, mientras que la cesárea cuesta 28 mil 406 pesos. Sin embargo, el hospital también cobra 2 mil 600 pesos por la prueba covid-19, la cual tiene que ser negativa para que la paciente pueda dar a luz en este lugar.
Si bien el paciente puede “optar” por realizar su prueba covid-19 en otro lugar, los laboratorios privados, como el Moreira, cobran 3 mil 800 pesos por el resultado, y en otros el precio asciende hasta los 4 mil 500.
Además, el hecho de que el Ginequito pida un resultado externo con no más de 72 horas de antigüedad, prácticamente descarta que el paciente opte por una prueba gratuita en algún drive thru instalado por el estado o de hospitales estatales, puesto que los resultados pueden tardar más de una semana.
En el hospital Christus Muguerza Conchita la situación es similar. De acuerdo con su departamento de ventas, el costo de un parto natural es de 12 mil 969 pesos, mientras que la cesárea asciende a 18 mil 221. A esas cantidades hay que agregarle también los 2 mil 320 pesos de la prueba covid.
La vigencia que piden de 72 horas para una prueba externa complica llevar un resultado de pruebas gratuitas, además costo inferior a laboratorios externos, prácticamente significan que la “mejor opción” es realizarse la prueba en el mismo hospital.
Además, en el hospital Conchita se pudo averiguar que las pacientes que resulten positivas sí pueden continuar con el parto en el lugar, pero son trasladadas al área de Alta Especialidad y con un incremento aproximado de 20 mil pesos.
El precio también se encarece en establecimientos como el hospital Nogalar, donde el parto natural tiene un costo de 16 mil 300 pesos y la cesárea de 19 mil 500, aunque en este nosocomio la prueba que realizan es de las denominadas “rápidas” y cuesta mil 700 pesos.
En el Centro Médico Los Ángeles, el parto natural tiene un costo de 17 mil 800 pesos, mientras que la cesárea cuesta 18 mil 400. Sin embargo, en este lugar no realizan prueba covid-19, pero sí es obligatoria para poder ser atendida.
Además, la paciente también debe pagar los honorarios del anestesiólogo y pediatra, que en promedio van de 2 mil a 2 mil 500 pesos, además de un ginecólogo que atienda todo el embarazo, cuyo precio puede variar mucho, pero que en algunos casos ronda los 15 mil pesos.
Baby shower desde el coche
Ante la pandemia por el coronavirus, no solo la atención de las embarazadas ha cambiado, sino también la forma de festejar la llegada del nuevo miembro de la familia.
En semanas recientes se han armado caravanas con los típicos colores azul y rosa para anunciar el próximo nacimiento de un bebé.
Además, también a través de las plataformas digitales, las mujeres han organizado festejos en los que los regalos se hacen a través de tiendas departamentales o en mesas de establecimientos con entrega a domicilio.
Estos dos nuevos modelos de festejo ganaron popularidad, debido a las recomendaciones realizadas por la Secretaría de Salud en las que se restringe la movilidad ciudadana.