El sistema mexicano en su conjunto cruje porque se puso fin a privilegios y hay quienes se resisten a la cuarta transformación, asegura la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien considera que la banda de Los Zodiaco, cuyo liderzgo se atribuyó a Israel Vallarta y Florence Cassez, “fue una invención con consecuencias deplorables”.
En entrevista con MILENIO, la ministra en retiro expone que las fiscalías y las policías estatales son los eslabones más débiles en la estrategia para contener a la criminalidad y ratifica que continúa la búsqueda con vida de los 43 muchachos de Ayotzinapa a partir de nuevos testimonios de testigos protegidos.
¿Qué es lo más importante que se acordó en el Consejo Nacional de Seguridad Pública?
Uno muy importante es la consolidación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, la relación con las procuradurías y el fortalecimiento del sistema de justicia queda en la Secretaría de Gobernación, eso es para nosotros un gran éxito y también se nos queda la reinserción pospenal. También tenemos parte de esa responsabilidad de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
Gobernadores y ex gobernadores decían que por esta transición del tipo de justicia se daba el fenómeno de la puerta giratoria y que era culpa de la reforma. ¿Qué opina?
El tránsito fue un poco accidentado porque se capacitó a los jueces, hubo mayor capacidad, pero dejaron a un lado la capacitación a fiscales, de la policía investigadora, de los defensores, de los abogados litigantes. Entonces el hecho de que solamente se haya capacitado a una parte de los actores del juicio penal acusatorio ha traído como consecuencia que los demás no estén debidamente capacitados. Sobre todo las policías, en el área de investigación o como primer respondiente, tienen problemas para llenar el famoso informe policial homologado, lo que ha traído implicaciones muy serias: que los delincuentes puedan rápidamente salir de prisión sin más vía que una puerta giratoria.
Han logrado que puedan salir aquellos que han estado sin sentencia durante años o con procesos irregulares, en los que se han sembrado pruebas, han podido apoyar en ese sentido a personas que deberían estar afuera hace muchos años. ¿Cuántos han salido en este año que le ha tocado, secretaria?
No es un proceso rápido, pero hemos logrado la liberación de 63 personas. Cada día aumentan los casos a revisar, en este momento tenemos cerca de 2 mil personas o que están indiciadas o que están ya privadas de su libertad y que no han tenido sentencia o algunos sí pero injustamente, que manifiestan no haber tenido un debido proceso, que les sembraron pruebas. ¿Por qué? Porque muchas veces no se encuentran elementos para poderlos sentenciar y entonces el juez, como no los tiene porque no llevó bien su caso, o fue la policía ministerial o la procuración de justica, se enfrenta a un tema muy severo. Estamos revisando los casos, hay alguno donde los testigos rindieron su declaración testimonial después de haber fallecido. ¿Quién nos hizo llegar las actas de defunción? Los mismos sentenciados o los procesados.
No puedo evitar mencionar el caso de Israel Vallarta, a usted le tocó como ministra analizar precisamente lo que había sucedido en el proceso de detención y en todo el caso Florence Cassez…
Me entrevisté con la familia de Israel Vallarta, tuve una plática de más de una hora con sus hermanos y su primo, dos de ellos fueron torturados, incluso me enseñaron cómo uno de ellos tiene totalmente quemado el brazo.
Estuvieron encarcelados, ¿verdad?
Privados de su libertad seis años. Por supuesto, salieron libres, porque no había ninguna, ninguna evidencia.
¿Absueltos?
¡Absueltos!
¿Inocentes?
¡Inocentes! Esa supuesta banda de Los Zodiaco fue una invención, de repente se les ocurrió, y la verdad de las cosas es muy deplorable que tuviéramos y que sigamos teniendo montajes, pruebas sembradas, evidencias que no son tales, testimoniales truqueados, muchas cosas. Estos casos tienen que salir a la luz y acostumbrarnos a un sistema de procuración e impartición de justicia sólido, porque la realidad de la impunidad en nuestro país es un hecho.
Estimo que las fiscalías y la policía en nuestro país son los eslabones más endebles, y de medidas institucionales fuertes porque los procuradores muchas veces están rebasados en asuntos, no tienen los recursos ni humanos ni capacitados ni los materiales en muchas ocasiones. Es como si no les interesara mucho la procuración y la impartición de justicia a quienes gobiernan los estados, porque pretenden que esto es algo etéreo, algo que no se nota, y cuando ya hay una falta de justicia es cuando más la población tiene un reclamo.
Si se confirma una sentencia condenatoria a Genaro García Luna en Estados Unidos ¿de qué tamaño es la sacudida y qué es lo que tendría que hacer el actual gobierno aquí en México en relación con este secretario poderoso que no ha actuado solo, sino que ha estado acompañado?
Hasta donde escuché al señor fiscal general, tenía una carpeta de investigación y está pensando en la probable petición de extradición para ser juzgado en México. La gente no nos va a creer, pero el Presidente respeta la autonomía del fiscal y del sistema de justicia.
El Presidente ha dicho que no juzgará a ex presientes, tal vez él no, pero ¿y la fiscalía?
La Función Pública está haciendo su trabajo de acuerdo con las denuncias que hay desde el punto de vista administrativo.
¿Hacia dónde va el segundo año, cómo evaluaría este 2019 la Secretaría de Gobernación y qué con lo que viene?
El año que está por terminar ha sido muy complicado porque tuvimos la escisión de la Secretaría de Seguridad Pública y eso fue algo que nos costó trabajo, nos costó un desgaste personal e institucional muy fuerte, porque no nos podíamos consolidar hasta que no tuviéramos la escisión, la cual tardó cerca de ocho meses, que es mucho, pero la fusión fue un año y medio, entonces lo hicimos en la mitad del tiempo, eso que yo decía es el “divorcio”.
Convencida del proyecto del Presidente…
Absolutamente convencida y comprometida. El Presidente tiene una idea muy clara, ha trabajado una idea de país y una política de país desde hace más de 40 años. La ha caminado, ha estado en las comunidades agrícolas, de campesinos, ha estado haciendo programas sociales, ha estado con la gente, con los indígenas, con la cultura. Él ha estado ahí, es todoterreno, conoce su país y él sabe qué quiere para estas 60 millones de personas en pobreza y la gente lo adora. De verdad, las experiencias que tengo en algunas ocasiones que me ha invitado a acompañarlo en algunos eventos, en algunas giras, yo te puedo decir que la gente se le entrega.
¿Y la gente que no lo adora? ¿Qué le dice usted a algunos amigos o grupos que le han de reclamar por qué están haciendo esto o lo otro?
El sistema está crujiendo porque ya no hay tantos privilegios y porque la gente no está dispuesta a dar sus privilegios por otras causas más profundas, el México profundo.
¿Son los que están resistiéndose?
Sí, pero están entendiendo. Hemos avanzado mucho en el convencimiento de muchos de los sectores de la población que antes no estaban de acuerdo con el Presidente. Hemos demostrado que las variables económicas han sido cuidadas puntual y minuciosamente. No gastamos un peso más de lo que recaudamos, no endeudamos al país. Tenemos una disciplina fiscal draconiana y, sobre todo, el combate a la corrupción. Tenemos un nivel de inflación que va bajando de 3 por ciento, a lo mejor ya estamos en 2.8 o 2.9, va bajando la inflación y estamos aumentando los salarios.
Era una falacia total eso de que se iba a disparar porque aumentábamos los salarios y el Presidente tiene una idea contraria, él dice: “Vamos a pagar más para que el pueblo de México pueda ser un gran consumidor y se pueda detonar el consumo y el desarrollo por el consumo interno y tengan mayor posibilidad de tener bienestar”. Nuestros adversarios apostaban a que hoy tendríamos un peso de 25 pesos por dólar y ahorita estamos en 19. Nos tiene confianza Estados Unidos.
RLO