En México, los menores consumen cada día, en promedio, 500 calorías de alimentos chatarra durante su jornada escolar, suficientes para aumentar de cinco a siete kilogramos de peso al año.
“Consumen 32 por ciento de las calorías diarias provenientes de comida chatarra y bebidas azucaradas, una de las más altas comparado con otros países; actualmente uno de cada tres ya viven con sobrepeso y obesidad, condiciones que predisponen al desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión” de acuerdo con las organizaciones civiles El Poder del Consumidor y la Coalición ContraPESO.
“Si México continúa con la misma tendencia, cerca del 43 por ciento de la población infantil vivirá con obesidad, es decir, 7 millones de niños, situación que provocará una carga económica insostenible para el país”.
Por ello, argumentaron, es necesaria la reforma a la Ley General de Educación en materia de entornos escolares saludables para combatir la obesidad infantil y las complicaciones que de ahí derivan.
Los organismos civiles llamaron a los grupos parlamentarios de la Comisión de Estudios Legislativos del Senado a actuar de forma contundente y enlistar, discutir y votar en su próxima sesión ordinaria del martes 18 de abril, la minuta de reforma a la Ley General de Educación en materia de salud alimentaria en las escuelas.
Una reforma que ya fue aprobada en Diputados, busca reconstruir las escuelas en saludables y sostenibles para que sean resistentes a futuras pandemias y actuales epidemias.
Sin embargo, comentaron, en nuestro país existe desde hace más de 12 años una regulación con vacíos en su diseño, implementación y vigilancia, siendo inexistente en la práctica.
Ocasionando también que niñas y niños consuman más de 500 calorías provenientes de productos chatarra y bebidas azucaradas durante la jornada escolar, calorías suficientes para aumentar entre cinco y siete kilogramos de peso en cada ciclo escolar.
Actualmente, la minuta de reforma a la Ley General de Educación en materia de salud alimentaria en las escuelas, busca aportar soluciones basadas en evidencia para el grave problema de salud alimentaria, siguiendo las recomendaciones de expertos y organismos internacionales.
Las políticas de salud y nutrición escolar son una inversión rentable, se calcula obtener un rendimiento de nueve pesos por cada peso invertido, además de generar múltiples beneficios al aumentar el rendimiento escolar, proteger la salud y fortalecer la economía del sector agrícola.
Las organizaciones civiles, les recordaron a las senadoras y senadores de la Comisión de Estudios Legislativos, que su próxima sesión ordinaria es la última oportunidad para lograr un futuro de buena salud, nutrición y bienestar.
Votar ya la minuta para lograr escuelas saludables es la forma rentable y factible de cumplir esa promesa pendiente antes de que termine el actual periodo de sesiones, agregaron.
MbG