“Para la familia fue un proceso duro, difícil, triste, ver como la persona que amas y respetas que es tu padre, va perdiendo sus funciones y va dependiendo cada vez más de ti...”
Esas fueron las palabras de la directora de la Asociación Alzheimer Tampico, Laura Acevedo de la Garza, quien vivió la enfermedad del Alzheimer en su padre.
Laura Acevedo, en entrevista para MILENIO Tamaulipas, relata cómo fue ese proceso para su familia: “Mi papá era el doctor Erasmo Acevedo González, especialista en Pediatría, tenía aproximadamente 82 años cuando le detectaron Alzheimer.
Él mismo se dio cuenta que le estaban pasando cosas extrañas, dijo que tenía derecho de saber la verdad y se fue a Monterrey para que le hicieran estudios, fue entonces cuando se dio cuenta que tenía ese padecimiento” expresó.
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Compartió que su padre comenzó con el tratamiento médico y él mismo se prevenía, porque tenía miedo de perderse y de olvidar todo.
Así que decidió escribir en una hoja sus datos como el nombre completo, domicilio, teléfono, por si se llegaba a perder, aunque en una ocasión fue así.
“Llegó un momento en que sí se extravió dos veces, una vez ya no pudo regresar a casa, sabía exactamente cómo se llamaba y su domicilio pero no sabía cómo llegar”, relató.
Labor de ayuda
Afortunadamente la Zona Conurbada cuenta con la Asociación Alzheimer Tampico, donde manejan un promedio de 25 a 40 personas, actualmente tienen 37 pacientes.
Para ingresar existe un proceso, se tiene que llenar una solicitud y llevar una valoración del médico tratante.
“La persona que va a entrar comienza en un periodo de prueba en horario reducido de 10:00 am a 2:00 de la tarde. Hay unas camionetas que van por ellos a sus casas a partir de las 7:00 am. Cuando llegan se les toma los signos vitales para saber cómo vienen en temperatura, frecuencia cardiaca y también puede ser respiratoria. Después se dividen en grupo A y grupo B; las personas que están en el grupo A tienen mayor funcionalidad y son independientes, los del grupo B, son los que la enfermedad ha avanzado mucho más y están más deterioradas, en este grupo requieren mayor apoyo. Luego comienzan las actividades cognitivas, recreativas, terapia musical y baile”, explicó Laura Acevedo.
No les priven la libertad
Recomendó a las personas que tienen algún familiar con Alzheimer, acercarse: “damos servicio a todas las personas, mujeres y hombres, no importa la edad, a todos se les puede apoyar, no tengan a su familiar en casa encerrado privándolo de la posibilidad de estar conviviendo y de tener una mayor calidad de vida, que vengan con nosotros, se informen y asistan a los grupos de apoyo” expresó la especialista.
Al escuchar otras historias en los grupos de apoyo, es como ser parte de una familia y no sentir que están solos.
ELGH