Las palmeras (Phoenix canariensis) que distinguen a las principales avenidas de la Ciudad de México siguen muriendo por la proliferación de siete diferentes patógenos, entre hongos, fitoplasma, bacterias e insectos como ácaros, debido a que los ejemplares de esta especie exótica se encuentran debilitados por los efectos del cambio climático en la capital, afirmó la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
“Todos los días nosotros estamos monitoreando junto con Corena –por ejemplo–, Periférico Sur, hacía tres meses no tenía palmeras muertas, hoy tiene siete, es como el covid de las Palmeras, haciendo una semejanza”, dijo Roberto Quintero Campos, jefe de Unidad Departamental de Seguimiento de Plagas y Enfermedades de la Sedema, en entrevista con MILENIO.
De acuerdo con el especialista, las avenidas más afectadas son Doctor Vértiz en la alcaldía Benito Juárez y el Paseo de las Palmas en Miguel Hidalgo, porque tienen mayor densidad de palmeras por metro cuadrado, y además se trata de los ejemplares de mayor edad, entre 80 y 100 años; pero además, Periférico Sur también tienen estos problemas, aunque está fuera de su campo de acción.
La mortandad de palmeras en la ciudad comenzó a registrarse desde 2010, pero fue hasta marzo de 2022 cuando el gobierno capitalino implementó el Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras de la Ciudad de México, pues se obtuvo un censo de 12 mil 300 palmeras en cuatro alcaldías: Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, donde se contempló la poda sanitaria de 12 mil palmeras, así como el derribo de 500 ejemplares muertas, pero finalmente fueron derribadas 828 palmeras; además, se estima que otras 800 palmeras han muerto, pero debido a la falta de presupuesto no se pudo proceder con el derribo.
“Las palmeras en la ciudad tenemos registro que tienen problemas de mortalidad desde 2010; en el 2015, el Colegio de Postgraduados realizó una investigación, habían hongos del género fusarium en el suelo que estaba afectando las palmeras y una coincidencia de palmeras muertas y detección de hongos en sus raíces”, relató Quintero Campos.
Añadió que en 2019, la Sedema emprendió una colaboración con el Centro de Investigación Científica de Yucatán, –considerada institución científica del país con mayor experiencia en palmas– en la que detectaron otros agentes causales de la enfermedad y muerte de las palmeras de la ciudad.
“Los hongos fueron los primeros que se detectaron, pero el mayor porcentaje de las afectaciones son hongos, pero no del suelo, son aéreos, hay un hongo que es la primera aparición en la ciudad, está en el área foliar (área de las hojas)”.
Roberto Quintero dijo que en paralelo al programa de saneamiento que realizó la Sedema, la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología e Innovación (Sectei) emprendió un estudio que determinó que son siete los patógenos que están matando a las palmeras, y que se dará a conocer a finales de este mes. No obstante, subrayó que el cambio climático ha debilitado a todo el arbolado de la capital, por lo cual, las palmeras, al ser una especie exótica, son más propensas a padecer enfermedades y morir.
“Cuando uno está débil, pues le caen más enfermedades, eso le pasa a los árboles, si los árboles están débiles, desnutridos, les va a caer cualquier enfermedad; el cambio climático y las afecciones al arbolado y a la ciudadanía empiezan ahora, si no empezamos a cambiar los paradigmas de manejo integrado de las áreas verdes de la ciudad, para el 2050 –plantean los investigadores–, va a haber muchísima más mortalidad de árboles que la que tenemos hoy”, aseveró.
El funcionario dijo que técnicamente todavía estaríamos en invierno, pero ya tenemos altas temperaturas.
“La palmera es una especie arbórea introducida, y las especies introducidas son las primeras que se afectan con el cambio climático; tenemos momentos de intensas lluvias a intensa sequía, momentos de altas temperaturas o bajas temperaturas, las especies que no son nativas que no han tenido una selección natural y son las primeras que se afectan”.
Asimismo, destacó que la Ciudad de México tiene un problema de calidad del suelo, por lo que pidió a la ciudadanía no barrer la hojarasca, ya que los microorganismos que requiere el suelo no logran sobrevivir a pleno rayo de sol y las hojas caídas los protegen. Dijo que como parte del mantenimiento que se da a las palmeras, también se realiza manejo de suelo, enriquecimiento y desinfección del mismo.
“Nosotros insistimos que esto tiene que ser un trabajo mancomunado, los responsables por ley, de las áreas verdes urbanas de la ciudad son las alcaldías, y deberían de incorporarse en estos procesos, nosotros estamos trabajando en cuatro, pero no en las 16. Hemos hecho capacitaciones, manejo de información, hemos dado reuniones, pero no ha despertado esto acciones de las alcaldía a sus áreas verdes, sobre todo acciones de su inventario”, lamentó.
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