El coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks, alertó sobre las señales de que México se encamina hacia el autoritarismo, con la designación de un fiscal general sin autonomía y una Guardia Nacional confeccionada al gusto del Presidente de la República.
Llamó a los ciudadanos a poner atención en dichas señales y advirtió que el PAN dará la lucha desde el ámbito legislativo para evitar la pavimentación del camino hacia el autoritarismo.
“En este momento hay peligrosas señales que encaminan a México hacia el autoritarismo: un fiscal general de la República sin el soporte legal para la autonomía y una Guardia Nacional que será ajustada por un dócil grupo de Senadores de la República para que quede confeccionada al deseo del Ejecutivo Federal”, advirtió.
Romero Hicks sostuvo que, en 51 días, el gobierno federal se ha personificado en una sola figura y se ha decantado más por agradar en el terreno popular que actuar en la ruta de lo correcto, con un saldo de pérdidas en lo económico, lo político y lo social, dejando una estela de polarización en la sociedad mexicana.
Cuestionó la elección de un fiscal general sin la garantía de autonomía efectiva con respecto al Ejecutivo, pues la mayoría del Senado votó por un candidato a ese puesto con una trayectoria adecuada, pero que no oculta su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El partido Morena, junto con sus aliados naturales y los apoyos que ha sumado en los últimos días, ha echado abajo la lucha que realizaron por años organismos civiles y partidos políticos como Acción Nacional hacia la conformación de la Fiscalía General de la República, como una institución independiente del poder central”, acusó.
Según dijo, esa decisión pareciera formar parte de una estrategia para sentar las bases de un régimen autoritario, a lo que se suma la conformación de una Guardia Nacional no civil, que pone en grave riesgo el pacto federal y las libertades que hoy todavía gozamos.
El líder parlamentario de Acción Nacional señaló que su partido tiene el pleno convencimiento de que la Guardia Nacional, frente al imperativo de mantener el orden público interno y la seguridad ciudadana, tiene que realizar esa función con cuerpos policiales civiles.
Después, en forma extraordinaria, tendrá que haber participación de las fuerzas armadas de manera justificada, excepcional, temporal y restringida a lo estrictamente necesario en las circunstancias de cada caso.
“Resulta francamente fuera de lugar que, una vez que la mayoría Morena en la Cámara de Diputados aprobara la Guardia Nacional, el presidente López Obrador, sin ningún respeto por la separación de poderes, indique al grupo mayoritario de los senadores que modifiquen la minuta, en línea con su deseo de ejercer un control absoluto y personal de la fuerza armada”, puntualizó.
Romero Hicks indicó que lo anterior atenta contra las instituciones que hemos construido los mexicanos, además de poner en peligro la soberanía de los estados y sus autoridades democráticamente electas.
EB