Pasé del periodismo a la política… y me siento a gusto: Nancy de la Sierra

Entrevista | Lado B

Originaria de Puebla, la senadora del PT señala que aun cuando el trabajo legislativo es mucha responsabilidad, hace lo mismo que todos los ciudadanos: atender a su familia, ver la televisión y evadirse un rato de la realidad.

La secretaria de la Mesa Directiva considera que en Teziutlán, su tierra, hay la mejor comida. (Especial)
Angélica Mercado
Ciudad de México /

De no ser porque se dedica a la política, Nancy de la Sierra sería buena secretaria de Turismo o promotora de viajes, porque promueve a su natal Puebla como pocos legisladores pueden describir su tierra, pues desborda emoción y entusiasmo cuando habla de ella.

Reportera que hace 19 años dejó esa profesión para dedicarse a la política y ser legisladora, ahora es fan de la televisión, aunque no le gustan las series porque no puede levantarse si no termina de verlas. Es experta en educación Montessori y secretaria de la Mesa Directiva del Senado.

La senadora del Partido del Trabajo describe su actividad legislativa como un seguimiento a su trayectoria como conductora de televisión, porque en ambas ha desarrollado trabajo por la comunidad y aunque se le criticó por ir de un partido a otro, se defendió así en la pasada campaña.

“Les decía: yo no soy toro para que me hayan marcado con un fierro”.

¿Cómo incursiona a la política?

Yo empiezo en la política hace 19 años aproximadamente, por una invitación de un grupo de empresarios a ser candidata a diputada local y participo, gano y ahí entiendo la gran responsabilidad.

¿Qué hacía antes?

Yo era reportera, conductora de televisión, de noticieros y fue realmente un paso muy grande pasar de los medios de comunicación a la política. Pero sin lugar a dudas el ejercicio de la política para mí es el servicio, la gestión, que en los medios de comunicación se hacía mucho, ya que al noticiario llegaban muchas solicitudes de alumbrado, baches, pavimento y entonces era una labor de gestión para enviar las solicitudes a las dependencias correspondientes.

¿Desde hace 19 años milita en el PT?

No, yo fui candidata ciudadana del PRI, entré al Revolucionario Institucional, por el que fui representante en 2005-2008 y participé en tres elecciones más. Después, estoy casada por segunda vez, tengo tres hermosos hijos, Sofía, Nicolás y Juanjo y mi marido se convierte en el presidente municipal de uno de los municipios más hermosos, que es Cholula, y me invita a estar en el DIF.

Al narrar esa parte de su vida, De la Sierra suelta una carcajada al manifestar que la conversación ya es un “lavadero muy bonito” y agrega que su marido siempre ha sido de izquierda y lo conoció cuando ambos fueron diputados.

Como titular del DIF, el PT la invita y compite por la senaduría en calidad de candidata ciudadana, aunque ser legisladora no la aparta de ser una persona común a la que se le olvida pedir el gas, cocina, atiende a su familia y supervisa el colegio Montessori de Atlixco, que es su pasión.

“Tengo otra gran afición que se convirtió para mí en una forma de vida: soy guía Montessori. Estudié hace unos 13 años, tengo una escuela con ese método y creo que educar a los hijos en esta lógica de la independencia, el poder preguntar, el tener derecho a opinar es algo que te cambia el rumbo y tengo un hermoso colegio en Atlixco, del cual me siento orgullosa desde hace más de 10 años que lo abrí”.

¿Entonces le gusta la lectura?

Cualquier artículo, reportaje, cuestiones que tengan que ver con temas de mi interés, bueno me encanta leer ¡pero también ver la televisión; es una cosa muy bonita!

Pues usted hacía televisión…

Eso de llegar a mi casa y decir: “¿qué haré? ¡voy a ver televisión!” Es una forma de esparcimiento que te da mucha paz porque te escapas de tu realidad un tanto y puedes meterte un rato a la tele y ya luego sales y sigues con todos los problemas que tenemos, no solo como funcionarios o representantes populares, sino como seres humanos. Te ayuda a evadirte un ratito de la realidad.

“A la gente se le olvida que puedes ser senadora, pero sigues siendo mamá y los hijos se enferman y tienes una niña de 25 y uno de 12 y otro de ocho y uno quiere ir a patinar y el otro no quiere hacer nada más que estar con su teléfono, entonces hay que estar ahí; en fin, a veces se olvida que somos tan seres humanos que también nos falta el agua, que se nos olvida pedir el gas, que nos pasan las mismas cosas que a cualquier persona”.

Puebla tiene una gran cocina, ¿a usted le gusta cocinar?

¡Me encanta cocinar! Yo soy de una comunidad de la sierra norte, en Teziutlán, y ahí creo que tienen la comida más rica de todo Puebla, para mí es deliciosa, normalmente hacemos un platillo que se llama chilipozo que aquí le llaman caldo de olla o mole de olla. Tampoco te puedo decir que muelo el mole, el chocolate, te estaré mintiendo, pero sí me encanta la cocina, aunque en este momento no tengo el tiempo para hacerlo”.

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