Me persiguió la “migra” en el desierto, pero volví con papeles: Nestora Salgado

La senadora morenista, aficionada a la música ranchera y los corridos de Los Tigres del Norte, se dice “muy buena cocinera” de mole guerrerense y diestra en el corte y confección.

Admite que será difícil, pero quiere dejar atrás su historia al frente de la policía comunitaria. (Araceli López)
Silvia Arellano
Ciudad de México /

Nestora Salgado toma una cajita de Olinalá, Guerrero, su pueblo natal, y la abre lentamente. Con los ojos cerrados huele su aroma de lima-limón y evoca su infancia, con el vivo recuerdo de las artesanas bañadas con el polvo de colores que suelta la madera al momento de ser trabajada.

La hoy senadora por Morena se declara “muy buena cocinera” y dice haber superado ya la receta de su madre, Aurora García, para el mole, además de que la enseñó a cortar, medir y coser a máquina. Su padre, Fernando Salgado, era campesino y ganadero.

Como muchos mexicanos, Nestora dejó su tierra, cruzó el desierto, donde se perdió, y llegó a San Diego, California, antes de cumplir los 18 años. Ahí trabajó limpiando cuartos en un hotel y fue mesera. Después de varios años obtuvo la nacionalidad. Hoy en día es una “mamá consentidora” con sus hijas Zayra Crystal, Ruby y Grisel, quienes crecieron en Estados Unidos, pero que “conocen de cerca sus raíces”.

Su abuela materna le regaló una muñeca, La Bonita, que pasó de generación en generación; la recuerda con cariño, porque le diseñó varios vestidos, pero se perdió en su casa cuando la policía la detuvo acusada de secuestro de agentes federales. Aunque admite que será difícil, quiere dejar atrás su historia al frente de la policía comunitaria y prefiere que se conozca su trabajo en el Senado, donde impulsa la defensa de los derechos humanos, y buscará recuperar las tradiciones y gastronomía de los pueblos originarios.

¿Cómo fue su infancia en Olinalá?

Mi abuela materna conservaba una muñequita tan bonita que la iba pasando por generaciones. La tuve muchos años, hasta que, con esto de la detención, destrozaron mi casa, es como perdí cosas. Era una muñequita de plástico, muy sencilla, pero ahora ya rara, porque ya no las encuentras, con un chonguito. No tenía nombre, era La Bonita, a la que yo le hice vestidos. Mi madre me enseñó a coser y cortar.

¿Siempre supo que quería dedicarse a la política?

No. Tuve la idea de ser diseñadora, me encanta la moda. A mis niñas, por ejemplo, los primeros vestiditos se los hice yo. Pañales, fajeros, batitas, se las hice yo en la máquina, es algo que me enseñó mi madre y me encanta.  

¿Cómo toma la decisión de cruzar para Estados Unidos?

Me fui a Estados Unidos desde muy joven, allá cumplí 18 años. Me fui para buscar algo mejor para mis hijas, porque estaba en una comunidad donde la pobreza era extrema. Donde no tenía oportunidad de un empleo, con tres niñas era difícil. Sufrí al cruzar la frontera, pero dije: “no regreso jamás a México sin papeles”. Sé lo que se sufre. Me tocó en carne propia. Estuve perdida en el desierto, en San Diego. Tijuana es una ciudad monstruo. Correr por el cerro, que te persigue la migra, los perros y llegas a un lugar donde no hablas el idioma.

¿Cuando vivió en Estados Unidos a qué se dedicaba?

Llegué a trabajar en un hotel, fue mi primer trabajo, limpiando cuartos. Me puse a estudiar un poquito inglés para poder superarme, llegar a ser mesera; para un mexicano, llegar a ser mesero es algo muy difícil y lo logré. Cuando me dan la residencia, regreso a visitar a mis padres y mi madre ya había muerto.

¿Qué hace Nestora Salgado cuando no está en el Senado?

Cocinar, me gusta muchísimo la comida mexicana. Practico nuevas recetas que aprendo cuando visito los pueblos originarios. Me gusta mucho el mole guerrerense.

¿Lo aprendió de su mamá?

Lo he ido mejorando. Lo aprendí de mi madre, he agarrado nuevas recetas. Es como el mole poblano, pero un poco más picosito, más rojito, es como una combinación diferente de condimentos que voy agarrando de otros lados.

¿Cómo llegó a la policía comunitaria?

Por azares del destino, por la organización de una comunidad, por el temor que estaba pasando, pero ahora quiero brincar el tema. Esto forma parte de la historia pasada.

¿Cómo fue su acercamiento con AMLO?

Por teléfono. Llego a la política por aportación al país. Porque sabía que teníamos una muy buena organización, a mucha gente de nuestro lado y podríamos aportar para esta cuarta transformación. 

¿Qué música escucha?

Me encanta la música, creo que no podría vivir sin música. Me gusta la ranchera, los corridos que hablan de historias reales, como los de Los Tigres del Norte. 

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