Instituto de Geriatría pide aplicar cuarta dosis de vacuna contra covid a adultos mayores

Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director fundador del Inger, destacó la evidencia científica sobre la necesidad de otra dosis de refuerzo.

En México hay alrededor de 15 millones de adultos mayores de 60 años. | Cuartoscuro
Blanca Valadez
Ciudad de México /

El Instituto Nacional de Geriatría (Inger) se manifestó por la aplicación de una cuarta dosis de vacuna contra covid a adultos mayores en México luego de publicarse en revistas científicas la necesidad de dicha protección ante la posible amenaza de nuevas olas de contagios por el linaje BA.2 de la variante ómicron.

Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director fundador del Inger, advirtió en entrevista para MILENIO que se deben de crear nuevos proyectos de rehabilitación y atención, ya que el confinamiento por la crisis sanitaria tuvo un impacto severo entre los adultos mayores en cuanto a un mayor deterioro físico y mental.

“Estamos viendo ya en circulación la segunda cepa de ómicron en el país, los primeros siete u ocho casos ya fueron reportados por el Indre (Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica) hace un par de días. 


"Esta segunda cepa de ómicron se puede convertir en la dominante, como ya está sucediendo, en este momento, en el Reino Unido y no perder de vista que generalmente a lo largo de estos dos años, hemos tenido más o menos un mes de margen para actuar con respecto a lo que pasa en Europa. 


"Ya está sucediendo en Europa, es de esperarse que suceda aquí, probablemente será de mayor magnitud de lo que vimos en diciembre”, explicó Luis Miguel Gutiérrez Robledo.

Por ello, explicó, aun cuando el país se encuentra en semáforo verde, es decir, en riesgo bajo, los adultos mayores deben de mantener las medidas no farmacológicas de protección, como el uso de cubrebocas, asimismo, acceder cuatro meses después de haberse aplicado la tercera dosis a una cuarta para elevar la protección de anticuerpos contra el covid.

“De hecho, esta semana la revista médica de Inglaterra (sic) publicó el primer artículo que demostró que es útil y conveniente (la cuarta dosis). Entonces, ojalá, en el caso mexicano tengamos acceso a esta posibilidad. 


"La información científica existe en la actualidad sobre esta cuarta dosis, la cual debe aplicarse cuatro meses después de la tercera. Ya existe y hay evidencia de los beneficios y creo que se debe de tomar en cuenta”, detalló Gutiérrez Robledo.

En el país, explicó, hay alrededor de 15 millones de adultos mayores de 60 años que resultan más vulnerables, conforme a la evidencia científica, y a ese sector se debe de añadir grupos con multimorbilidades dentro del plan de vacunación contra covid-19.

Los adultos mayores de México han sido de los sectores que han aceptado la inmunización por arriba de Europa. “Se llevó la vacuna hasta lugares más lejanos” solo en el caso de Chiapas se observó cierta resistencia, lo cual, requiere de mayores estudios para una mejor comprensión ya que contrasta con la realidad de aceptación del biológico del resto del país.

Confinamiento causó depresión y ansiedad en adultos mayores

Gutiérrez Robledo recordó que el confinamiento a causa de la pandemia para los adultos mayores generó una mortalidad no por infección, sino por deterioro de las capacidades físicas además de que incrementó el deterior cognitivo por haberse alejado de sus pares y familiares.

“Hemos podido revisar los datos de exceso de mortalidad publicados por Inger y surgen varios datos importantes que contrastan con lo que ha ocurrido en otros países del mundo. En el caso mexicano, el exceso de mortalidad se vio sobre todo en edades no tan avanzadas, entre personas entre 55 y 65 años, más que entre los más ancianos. Es interesante y tiene su razón, acumulación de comorbilidades propiciando un envejecimiento acelerado”.

Pero en el caso de los adultos mayores, el confinamiento, por la crisis sanitaria, generó “efectos nocivos de gran magnitud, lo hemos podido ver en el deterioro de la capacidad física, personas que, viviendo en un tercero o cuarto piso, sin elevador, eran capaces de subir y bajar todos los días yendo al mercado. Conforme dejaron de hacerlo al cabo ya al cabo de un año ya no son capaces de hacerlo.

“Personas que, en ausencia de una habitual estimulación del contacto humano, de intercambio con sus pares, tuvieron un deterioro cognitivo acelerado”, detalló.

El exceso de mortalidad entre adultos mayores, añadió, se debió no por infectarse por covid, sino por el confinamiento, la dificultad de acudir a los servicios médicos centrados en atender a enfermos afectados por el virus.

“La reconversión hospitalaria condujo a la exclusión de muchas intervenciones que eran necesarias y que no pudieron llevarse a cabo en razón a la prioridad que se dio a los enfermos de covid”.

En efecto, aclaró, no todos los adultos mayores cayeron en una situación de discapacidad, en su caso, hizo más actividad física, sin embargo, “no fue lo común ni lo que más frecuentemente observamos: la mayor parte de la gente tuvo más dificultad para moverse e interactuar socialmente y esto redunda en un deterioro funcional variable”.

La demencia senil se profundizo y aceleró entre personas que ya estaban cursando en esta etapa y otros cayeron en depresión.

“No tenemos suficiente información. Sí sabemos que la ansiedad creció desmesuradamente, hay información de una encuesta realizada por la Ibero, que afectó a todas las edades, pero mi tendencia es a pensar que sí (cayeron en depresión) a través de mi experiencia personal y el contacto con los servicios médicos”.

Gutiérrez Robledo aclaró que aunque se tiene la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2020, se requiere hacer un análisis más profundo de la situación por la que atraviesan los adultos mayores durante la pandemia.

Desaparición de fideicomisos 'pega' al Inger 

Para el Inger resultó imposible actualizar la información sobre pobreza, abandono, violencia y situación general de la salud de los adultos mayores porque “desgraciadamente con la desaparición de los fondos de los fideicomisos del Conacyt, teníamos previsto llevar a cabo la segunda vuelta de la encuesta relativa a abuso, maltrato, violencia contra las personas adultas mayores a lo largo de 2019 (…) estamos esperando ese financiamiento y estamos confiados que podría ocurrir en este año”.

Gutiérrez Robledo refirió que lo que sí ha apoyado son los programas de vacunación a futuro. “Estamos trabajando desde hace un año en un sistema de información sobre personas mayores y salud que lanzaremos el 1 de octubre, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud.

“Incluye alrededor de 130 variables, indicadores que estamos reuniendo de todas las fuentes de datos que existen en el país y que compartiremos con la población. Sabremos, por ejemplo, que en Álvaro Obregón hay determinado número de adultos mayores, cuántos en situación de pobreza, condiciones que derivan en mortalidad, en situación de dependencia”.

Crear este sistema es para que los encargados de desarrollar las estrategias de servicios a los adultos mayores, dijo, cuenten con los elementos necesarios que les permita sustentar sus programas y el presupuesto requerido.

JLMR

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