Autoridades de Nuevo León muy campantes trabajaban, sin saber que La Catrina sus huesitos saboreaba.
Samuel García
Antes de cumplir el mes,
Samuel encontró a Catrina,
¡qué suculento entremés
se almorzó la muy ladina!
Fosfo fosfo es la mortaja
del más joven gobernante,
en el panteón parte raja,
con la muerte delirante,
y en Instagram se baraja
que resultó comediante.
Mariana Rodríguez
¡Soy la única pelona!,
retó a Mariana la muerte,
tu marido está en la lona,
¡hoy no es tu día de suerte!
De Cenicienta y carruaje,
Mariana llegó a la fiesta,
presumiendo aquel ropaje
ante la muerte funesta.
¡Ni yendo a Roma de viaje
los salvará de mi furia!,
y convirtió su equipaje,
a las puertas de la curia,
en ratones con un paje
de la Cenicienta espuria.
Luis Donaldo Colosio Riojas
La muerte llegó sonriente,
por el camino del río,
vente conmigo valiente
que el panteón está muy frío.
Con un mal presentimiento,
Luis Donaldo habló de frente:
no tengo resentimiento,
ni en la vida, ni en la muerte.
Monterrey sigue arruinado,
los muertos gastan huaraches,
con panteón iluminado,
tumbas amplias y ¡sin baches!
Aldo Fasci
En los cuernos de la luna,
Aldo Fasci se soñaba,
un sexenio sin hambruna,
con su mano acariciaba;
piano, vino y aceituna,
a los amigos brindaba.
Con un tiro de escopeta,
la muerte se lo cargó,
¡y el Diablo molesto espeta!
que a Samuel se lo encargó.
Suenan pompas de trompeta,
los muertos ya tienen guardia,
de uniforme y bicicleta,
Fasci cuida en retaguardia.
Jaime Rodríguez El Bronco
La calaca lo encontró
cuando peinaba al caballo,
con guadaña lo centró
sin temor de ningún fallo.
El Bronco con su Tornado,
a galope en el panteón,
juegan al gallo enterrado
que resultó un camaleón,
era Manuel desterrado,
que no fue gallo, ni león,
el PAN lo dejó embarcado,
no alcanzó diputación.
Jaime y Manuel en el pozo,
esperaban miel y leche,
cuando el sexenio era gozo,
hoy es chile en escabeche,
aunque Canales en trozo
se lo come hasta sin leche.
Carlos Garza Ibarra
Muy orondo el tesorero,
inspirado en María Julia,
presumía que el dinero
le provocaba gran abulia,
ni borracho, ni cantinero,
él prefería la tertulia.
La Catrina, socarrona,
se mofó de aquel osado,
y con guadaña y burlona
lo mandó al pozo dorado.
¡Mejor que estar en chirona,
Carlos Garza está encantado,
pues le endosó a la pelona,
la gran deuda del estado!
Osario de diputados
En el Congreso de huesos,
los diputados reñían,
mientras partían los quesos
y los huesos que ruñían.
Heriberto y De la Fuente
buscaban lo más jugoso,
a todo hincaban el diente,
buscándole lo sabroso,
mientras Gaona presiente,
que debe ser más tramposo,
en tanto Ivonne, resiliente,
llama al orden en el coso.
Morena y la chiquillada
pelean por las migajas,
y Catrina, maquillada,
les prepara sus mortajas,
¡yo conozco mi huellada!,
grita al partirlos en rajas.
Diseño: Julián Vittery y Ricardo Laureano.