Al advertir que los reportes sobre pornografía infantil aumentaron 73 por ciento durante la emergencia sanitaria, la fracción del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputado urgió a la Fiscalía General de la República (FGR) a fortalecer la investigación y persecución de ese delito con estrategias específicas para internet y plataformas tecnológicas.
El PRI instó asimismo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a garantizar la operación de la policía de ciberseguridad para prevenir la comisión de delitos en este ámbito y presentar un informe detallado de los resultados.
En un punto de acuerdo presentado ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión por las diputadas Laura Barrera y Mariana Rodríguez, así como su coordinador parlamentario, René Juárez, la bancada priista señaló que la facilidad y libre acceso a plataformas digitales han dado paso a un incremento alarmante de los reportes sobre pornografía infantil durante el confinamiento por la pandemia de covid-19.
De acuerdo con el director del Centro de Respuesta de Incidentes Cibernéticos de la Dirección General Científica de la Guardia Nacional, Radamés Hernández, tan solo entre marzo y abril hubo un incremento de 73 por ciento de los reportes de pornografía infantil.
Durante el foro virtual “Los efectos secundarios de la crisis por covid-19: cibercrimen”, organizado por Causa en Común, el funcionario señaló que 80 por ciento de los reportes están relacionados con Facebook, subrayaron las legisladoras del PRI.
Barrera y Rodríguez subrayaron que quienes se dedican a cometer ilícitos a través del ciberespacio encontraron la oportunidad perfecta para efectuar esos delitos, pues, con la pandemia, los mexicanos se vieron obligados a permanecer en confinamiento y buscar sitios de información y entretenimiento que, en muchas ocasiones, han atentado contra niñas, niños y adolescentes.
Las diputadas solicitaron igualmente a diversas instancias de gobierno poner en marcha estrategias contra la comisión de otros delitos cibernéticos, como la estafa online y pishing; bulos y fake news, malware y apps maliciosas, así como el ciberacoso y la utilización de aplicaciones como TikTok, Twitter o Instagram para perpetrar ilícitos contra niñas y niños.