PRD urge a despenalizar la mariguana para frenar violencia

Cámara de Diputados

La bancada perredista en la Cámara de Diputados solicitó a las otras fuerzas parlamentarias legalizar toda la cadena productiva de la cannabis, para así restar poder a los grupos del crimen organizado.

Planta de mariguana (Especial)
Fernando Damián
México /

El coordinador de los diputados del PRD, Ricardo Gallardo, urgió a las fracciones parlamentarias en el Palacio de San Lázaro a despenalizar el uso de la mariguana y regular toda la cadena productiva para desarticular el poder de los cárteles de la droga y frenar la creciente oleada de violencia en México

Pidió a las diversas fuerzas políticas abrirse al análisis de especialistas y a las experiencias positivas de otros países respecto a la legalización de la cannabis, pues mantener el actual estado de cosas sólo contribuye a fortalecer el poder bélico de los grupos criminales y agudizar la descomposición social. 

En cambio, dijo, “regular la cadena productiva desde la siembra, cosecha, traslado y comercialización permitiría al Estado mexicano tener un control total sobre la mariguana, elevar los ingresos para la federación y establecer una estrategia de ganar-ganar”, remarcó.

Gallardo sostuvo la recién iniciada legislatura de la Cámara de Diputados puede dar un gran avance para el país si despenaliza el uso no terapéutico de la mariguana y establece reglas que regulen todo el proceso productivo. 

“La despenalización del uso de la mariguana no es un tema de moda, sino una necesidad para que el Estado mexicano desarrolle una nueva estrategia de combate al narcotráfico que no criminalice el uso personal y lúdico, sino desarrolle estrategias sanitarias para atender a los consumidores y asuma el control de este mercado ahora ilícito”, dijo. 

El legislador insistió en que la política prohibicionista solo beneficia a los narcotraficantes que se disputan territorios y siembran muerte y terror en todo el país. 

Detalló que en el proceso de despenalización tendrían un rol fundamental las secretarías de Salud y de Agricultura; la primera, para desplegar programas preventivos y de atención a personas que consumen la cannabis, y la segunda, para dar seguimiento a productores y toda la cadena de comercialización. 

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