Mario Marín Torres, el ex gobernador poblano preso en Quintana Roo acusado por actos de tortura contra la periodista Lydia Cacho, fue por excelencia un operador político nato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Por su estilo de hacer política dio origen al “marinismo”, movimiento que construyó una red de lealtades políticas e intereses. En ese sentido, políticos denominados como “marinistas” siguen presentes en la vida política del estado y el país, a través de Morena, el PRI o el PES.
Marín Torres fue un alumno político destacado del entonces gobernador Manuel Bartlett Díaz, a quien siempre presumió como su “maestro” o mentor político, lo que le inspiro a crear la “burbuja marinista”, muchos de estos políticos poblanos activos en la política local y nacional.
Marín construyó una clase política donde tenía fuerte valor la lealtad hacia él; así integró su grupo político desde la alcaldía poblana hasta la gubernatura, varios de ellos con lazos de compadrazgos a quienes hizo secretarios de su gabinete en el gobierno estatal.
Destacan Ricardo Velázquez, consejero jurídico de Marín Torres y que actualmente ocupa el mismo cargo en el gobierno estatal, bajo las siglas de Morena; Mario Montero Serrano, Javier García Ramírez, prófugo de la justicia estatal. Asimismo, Valentín Meneses, actual aspirante a una candidatura plurinominal por el PRI; Alejandro Armenta Mier, senador de Morena; además, Nancy de la Sierra, ahijada de Marín y senadora del PT; José Juan Espinosa, ahijado y diputado local del PT; Francisco Ramos, actual dirigente estatal del PES, Alberto Jiménez Merino, ex candidato a gobernador del PRI en la elección extraordinaria de 2019, entre otros políticos.
Muchos marinistas, activos hoy, formaron parte del equipo de colaboradores de Marín en el gobierno estatal (2005-2011), y mantienen fuerte lazos de amistad y negocios con prominentes empresarios locales y nacionales.
Marín Torres contó con una serie seguidores, quienes tras el caso denunciado por la periodista Lydia Cacho, se deslindaron de él para seguir su carrera política, sin embargo, no rompieron los vínculos de interés político con el “Góber precioso”.
Los senadores Alejandro Armenta Mier y Nancy de la Sierra, así como un actual secretario de la administración estatal, formaron parte del círculo cercano del ex gobernador poblano y continúan en la función pública.
Además, también funcionarios de tercer nivel del gobierno marinista actualmente están en cargos menores del gobierno estatal, y en el Poder Legislativo, con predominio de Morena, así como en el Poder judicial local.
Cargos en el poder
El actual director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, siempre fue elogiado por Mario Marín Torres, quien fungió como subsecretario de la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Bartlett, para después asumir la alcaldía poblana que lo proyectó a la gubernatura.
En noviembre de 2007, Mario Marín Torres, como gobernador de Puebla, el entonces alcalde Enrique Doger y la entrante electa Blanca Alcalá, le entregaron la Cédula Real de la Ciudad de Puebla a Bartlett Díaz
Mientras, Alejandro Armenta Mier, actual senador de Morena por la coalición “Juntos Haremos Historia”, se desempeñó en el sexenio marinista como titular de la Secretaría de Desarrollo Social, director del Sistema Estatal DIF y presidente del CDE del PRI.
Actualmente, Armenta es presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta y anunció su participación en la pugna interna de Morena para ser candidato a la alcaldía de Puebla.
Nancy de la Sierra, senadora petista, fue convertida por decisión de Marín en diputada local y tuvo una relación personal muy estrecha con el ex gobernador, a quien hizo su padrino como testigo de su boda con el también político cholulteca José Juan Espinosa, actual diputado local por el PT y ex alcalde de San Pedro Cholula.
Ricardo Velázquez Cruz, Consejero Jurídico en la administración actual, desempeñó el mismo cargo con Mario Marín Torres.
Velázquez se hizo cargo de la defensa jurídica del entonces gobernador Mario Marín en el juicio que se le siguió en la SCJN por las acusaciones de la periodista Lydia Cacho, por violaciones a los derechos humanos.
Ricardo Velázquez, otro de los marinistas, es el actual consejero jurídico del gobierno estatal de Morena; cabe señalar que ganó la batalla legal al lograr que la Corte exonerara a Mario Marín.
La ex priista Vanessa Barahona de la Rosa, fue titular de la Secretaría de Turismo de Puebla en el gobierno, puesto que dejó hace semanas, cargo que militantes de Morena desaprobaron por sus vínculos con el exgobernador priista Mario Marín.
Barahona era una posición de Juan Carlos Lastiri, ex líder estatal del PRI marinista y ex subsecretario de la Sedatu con Rosario Robles, oriundo de Zacatlán, quien operó electoralmente en la Sierra Norte para los candidatos de Morena, en 2018 y 2019.
Otro ex funcionario marinista que siguió en la función pública fue Javier Sánchez Galicia, quien se desempeñó como titular de la Dirección General de Comunicación Social y Relaciones Públicas. Estuvo en el gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido como consultor, de donde obtuvo varios contratos.
En tanto, Valentín Meneses Rojas, quien se desempeñó como titular de la Secretaría de Gobernación en el gobierno de Mario Marín, y además recibió una Notaría Pública, desapareció de la función pública para reaparecer en septiembre del año pasado para dar a conocer su intención de buscar en el PRI ser nominado a la alcaldía poblana, antes de conocerse la conformación de la coalición Va por México, del PRI, PAN y PRD. Actualmente, se encuentra inscrito en la lista de postulaciones por una candidatura plurinominal en San Lázaro por el PRI.
En la lista de marinistas que se volvieron activos políticos de Morena en el estado figura también Javier López Zavala, candidato de Mario Marín Torres a la gubernatura en 2010, derrotado por el entonces candidato del PAN, Rafael Moreno Valle.
López Zavala puso a su disposición la red electoral priista que controlaba a favor de los candidatos de Morena en las elecciones federales y locales de 2018, y en la extraordinaria estatal en 2019.
Al marinista López Zavala se le recuerda corriendo tras el entonces candidato presidencial de Morena, durante un acto de campaña en Veracruz, de quien buscaba su autógrafo para el libro del tabasqueño Esto soy.
Otro de los grandes colaboradores de Mario Marín fue Alberto Jiménez Merino, quién se desempeñó como titular de la Secretaría de Desarrollo Rural. Jiménez fue uno de los perfiles que más apoyó a Marín, lealtad que le valió ser el candidato del PRI a la gubernatura en las elecciones extraordinaria de 2019, por encima de otros marinista que se creían con más méritos, pero fue el ex gobernador quien impuso a Jiménez Merino, y fue el mismo Marín quien lo acompañó al primer acto de campaña en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, de la ciudad de Puebla; dos semanas después se dio a conocer la orden de aprehensión del Poder Judicial de Quintana Roo contra el ex gobernador, quien desde ese año se ocultó, no sin antes declarar a la prensa local en ese acto de campaña, que el caso Lydia Cacho era algo del pasado y estaba superado.
Guillermo Deloy, ex candidato a la alcaldía de Puebla, fue secretario particular de Mario Marín, aunque durante su campaña de 2018 negó que su relación con el ex mandatario lo afectara en las elecciones.
Darío Carmona, quien fuera titular de la SEP con Marín, formó parte del plan de descentralización de la SEP federal con Esteban Moctezuma. Por último, un marinista activo es el líder estatal del PES, Francisco Ramos, uno de los amigos más cercanos a Mario Marín García, hijo del ex gobernador, señalado por ser el testaferro de la fortuna de Marín Torres en México y el extranjero.
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