Una facción de El Yunque buscará volverse a incrustar en la política bajo el mismo secretismo con el que lo hizo en el Partido Acción Nacional (PAN) en los años 50. Una misión que el grupo de ultraderecha llevaría a cabo bajo la directriz de un personaje conocido en la política guanajuatense: Juan Manuel Oliva.
¿El objetivo? Consolidar a la asociación conservadora "México Republicano" en una fuerza política para 2025 "fresca y que represente a los olvidados por los partidos tradicionales", toda vez que se concrete la afiliación de por lo menos 300 mil simpatizantes; pues cabe recordar que uno de los requisitos es cumplir un número de afiliados no menor al 0.26% del Padrón Electoral— equivalente en 2024 a 241 mil 985 personas—.
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A ojos del líder de la asociación, Juan Iván Peña, el ex gobernador de Guanajuato "es una persona importante" para el eventual partido político. Tanto así que una fuente cercana a México Republicano confirmaron a MILENIO que el guanajuatense fue buscado por los mismos integrantes de la organización para sumarse al proyecto, aunque aún es incierto si se sumaría como miembro activo o solamente aportará ideas.
Pese a la incertidumbre, Juan Manuel Oliva se perfila para asumir como Secretario de Organización de la asociación que, según dijo el Secretario General, Gricha Raether Palma, a este medio, ya cuenta con el respaldo de grupos evangélicos, católicos, empresarios, panistas, ex gobernadores e incluso allegados a Oliva tales como Alberto Diosdado y Juan Carlos López.
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¿Quién es Juan Manuel Oliva?
Nacido en 1960 en la "Capital Mundial de la Piel y del Calzado" (León), Oliva Ramírez se unió a las filas de Acción Nacional en 1989. Inicialmente, ejerció dentro del servicio público municipal en su tierra natal para posteriormente brincar a la Secretaría de Gobierno estatal en la administración de Juan Carlos Romero Hicks— quien años después se convertiría en su antecesor—.
El egresado de la Escuela de Periodismo 'Carlos Septién García' fue postulado como el candidato del PAN por la gubernatura de Guanajuato en las elecciones del 2006, año en el que el partido también buscaba continuar su legado en la Presidencia con Felipe Calderón Hinojosa.
Ambas elecciones fueron victoriosas para el blanquiazul, pero la de la banda presidencial cerró entre acusaciones de fraude y protestas por parte de López Obrador y sus afines. No así en el bastión del panismo donde más de 1.1 millones de personas (el 61.9% del padrón estatal) apoyaron la candidatura de Juan Oliva— superando el porcentaje de las elecciones federales (60.5%)—. Pese a ello, la polémica victoria de Calderón Hinojosa salpicó al guanajuatense.
Corrían los últimos días de septiembre del 2006. Juan Manuel Oliva se alistaba para recibir la gubernatura del bastión blanquiazul en el Palacio Legislativo de Guanajuato, pero la asistencia del presidente electo convirtió momentáneamente la ceremonia en una trifulca entre legisladores panistas y perredistas: los primeros cobijando al michoacano con aplausos ante los insultos de los segundos.
Así, Juan Manuel Oliva Ramírez gobernó el estado del bajío hasta los inicios del 2012— mereciéndole un lugar en la semblanza que el PAN hizo por su 80vo aniversario—, cuando una nueva aspiración en su trayectoria política lo orilló a dejar la gubernatura meses antes del cambio de la misma.
"Soy un soldado de México, un soldado de Guanajuato y un soldado de mi partido", pronunció tras presentar su solicitud al Congreso para dejar el cargo y ocupar la Secretaría General Adjunta de Asuntos Electorales del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN en miras de la campaña que Josefina Vázquez Mota lideraba para los presidenciables del 2012.
Gobernar entre acusaciones
Inversión extranjera, modernización de carreteras y construcción de presas fueron algunos de los logros que Oliva Ramírez presentó en su quinto— y último— informe de gobierno en diciembre 2012. Pero su salida no le eximió de las diversas acusaciones en su contra, tales como aquella de enero del 2007 en la cual se le señaló por presunto nepotismo.
La moción emergió de las filas del PRD. Específicamente del dirigente nacional José Luis Barbosa Hernández, quien acusó a Oliva de abuso de autoridad por nombrar a su hermano, Jaime Oliva Ramírez, como Coordinador de Asesores de la Secretaría de Planeación y Finanzas estatal. Al final la dependencia anunció la renuncia de Jaime Oliva en febrero del mismo año, aunque también se hablaba de otros dos familiares del gobernador dentro del servicio público: un hermano y un sobrino.
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Sin embargo, las polémicas no terminaron ahí. Poco más de un año después de su salida, en julio del 2013, el PRI interpuso una denuncia en contra del ya ex gobernador por un presunto fraude de más de mil millones de pesos: "Vamos a ir hasta las últimas consecuencias", aseveró Francisco Contreras, presidente del Comité Directivo Estatal, señalando desviación de recursos en dependencias como el DIF, el Instituto de Seguridad Social y las secretarías de Salud y de Desarrollo Agropecuario.
Al mes siguiente, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, anunció la renuncia de Oliva Ramírez de la Secretaría General panista, pese a que ya vislumbraba como un perfil fuerte para la Presidencia del Partido. No obstante, sus aspiraciones se habrían truncado luego de que la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas de Guanajuato presentara 17 denuncias penales por presuntas irregularidades durante su gestión.
ASG